La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Albacete acaba de aprobar en su última sesión el expediente de contratación de obras para la construcción de la pasarela ciclista y peatonal que permitirá la unión del carril bici urbano con el de la ribera del Júcar, sobre la autovía A-31.

Ahora será el servicio de contratación municipal el encargado de licitar las obras, proceso que se publicará en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas, dada la cuantía del mismo, con un presupuesto de 1.200.000 euros. El concejal de Urbanismo, Francisco Javier Díaz de Prado, no quiso precisar plazos concretos para el inicio de las obras «porque dependerá del tiempo que transcurra ahora hasta que se licite la obra y se conozca la empresa adjudicataria», aunque insistió en que este proyecto es una «prioridad» del Equipo de Gobierno, y confió en que las obras comiencen antes  de que acabe el año. Esta pasarela ciclista y peatonal conectará el carril bici de la capital con el de Valdeganga. Se ejecutará sobre la autovía A-31 y eliminará uno de los puntos negros para los ciclistas ubicado en la rotonda existente en la salida hacia Ayora.

Fue el pasado mes de julio cuando el titular de la Concejalía de Urbanismo presentaba este proyecto, del que destacó que dará continuidad al carril-bici urbano, uniéndolo con el existente hacia Tinajeros, Valdeganga y la ribera del río Júcar. Así, indicó, «se terminará con la inseguridad derivada del uso compartido entre vehículos y bicicletas en la salida hacia la carretera de Ayora».

Polémica. Ante las críticas vertidas por la oposición y por colectivos como Ciclistas Urbanos (Curba) en relación con este proyecto, Díaz de Prado aseguró que «es mentira que exista una solución más barata porque la solución no es viable, ya que no es posible que con unos pivotes o pintar unas líneas se pueda hacer un carril bici en acceso a una autovía, dado que además el Ministerio de Fomento no permite que exista un carril bici en ninguna incorporación ni acceso a una autovía».

El concejal popular también aclaró que desde que se empezó a trabajar en este proyecto se pidió a la asociación Curba sus sugerencias, aunque no se obtuvo ninguna respuesta.