Una vuelta no deseada

JOSECHU GUILLAMÓN
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Tras ser extraditada, la albacetense Yolanda Lara regresó a su ciudad natal después de pasar seis meses encerrada en Venezuela

Yolanda Lara Morcillo se mostraba contenta de reencontrarse con su familia, pero triste por no poder estar con su pareja, que continúa en una cárcel venezolana. - Foto: J. M. Esparcia

La albacetense retenida en Venezuela, Yolanda Lara Morcillo, que en principio fue acusada de desarrollar acciones desestabilizadoras y de dar instrucciones para cometer actos vandálicos y terroristas contra el Gobierno de Nicolás Maduro, regresó ayer a las 14,50 horas a su ciudad natal tras ser extraditada. Yolanda, que fue detenida el 20 de febrero en San Felipe, junto a su compañero sentimental, el también albacetense José Luis Fernández Martín, tras participar en una protesta callejera contra el gobierno venezolano, ha sido absuelta de todos los cargos que pesaban contra ella. «No hay cargos en mi contra, el caso se ha sobreseído».

Sin embargo, ha sido extraditada del país, ya que se encontraba allí ilegalmente, ya que se fue a Venezuela con visado de turista. «Estaba ilegal porque sólo podía estar allí tres meses y llevaba allí más de tres años y medio, por eso me han extraditado».

El regreso. Aunque ya esperaba su extradición, Yolanda sólo sabía que iba a producirse el domingo o el lunes. Finalmente el lunes por la mañana fueron a recogerla y tomó el vuelo UVO-3012 con destino al Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, al que llegó a primera hora de la mañana.

Allí la esperaba su hermano Raúl, al que no veía hace años, cuando éste fue a visitarla a Costa Rica.  Tras ese primer emocionado reencuentro, la albacetense se vino en coche con su hermano hasta Albacete y tras despedir a su cuñada, regresó a su viejo barrio.

Cansada tras el largo viaje y abrumada por la emoción de juntarse con sus seres queridos tras medio año de aislamiento, Yolanda se reecontraba con su madre en el barrio de Las Seiscientas.

Ya, por la tarde, se acercaba a visitar a su suegra, Ángela Martín, con quien habló sobre la situación de José Luis y de la odisea que había pasado, antes de instalarse en el piso de su hermano, que actualmente vive en otra vivienda con su pareja.

Encerrada. A pesar de haber pasado seis días en una cárcel del Estado de Yarakuy y varios meses custodiada en un centro en Caracas, asegura que no lo ha pasado tan mal. «Los seis días en los que estuve en la cárcel, las chicas me trataron muy bien. En el centro estaba sola en una habitación, tenía televisión, dvd, baño propio y me daban tres comidas al día. No estaba detenía sino custodiada».

Aunque no hay duda de que se trata de una mujer optimista, reconoce que no siempre se puede tener alto el ánimo. «Hay que armarse de paciencia, no tiene que decaer el ánimo, pero hay días de todo, aunque casi siempre he estado bien».

A pesar de la difícil situación vivida, asegura que lo que quiere es regresar a Venezuela junto a José Luis. «Estoy contenta de estar libre, pero triste por haber dejado Venezuela y a José Luis. Llevo fatal que esté en la cárcel, porque lo he dejado sólo allí. Aquí está mi cuerpo, pero mi corazón y mi alma están en Venezuela».

Sin embargo, para volver al país tendrá que esperar un mínimo de dos años tras la extradición. «También puedo casarme con José Luis (que tiene doble nacionalidad) y volver. Nuestra vida está en Venezuela, aunque en Albacete tenemos a la familia».

En cualquier caso, Yolanda está convencida de que las cosas se van a solucionar. «Creo que de esta salimos, pero hay que ser paciente, como dicen ‘Dios aprieta pero no ahoga’. Hemos dado un pasito y pronto vendrá el siguiente».

Un montaje. El 20 de febrero, Yolanda y José Luis eran detenidos en la ciudad en la que residían San Felipe (en el estado de Yaracuy a unos 300 kilómetros al Oeste de Caracas), tras participar en una protesta callejera contra el Gobierno de Maduro.

Sin embargo, poco tiempo después el ministro del Interior venezolano, Miguel Rodríguez Torres,  aseguraba que existía una «vasta conspiración» para derrocar a la revolución bolivariana y afirmó que Yolanda y José Luis eran «expertos en explosivos».

Además como recordaba ayer la madre de José Luis, Ángela, les calificaban de «terroristas». Sin embargo, esas no son las acusaciones que aparecen contra él en su expediente. «Lo acusan de tener pólvora negra en su casa, algo que no es cierto, aunque la abogada lo defiende diciendo que la pólvora negra en la zona es legal, de hecho sus amigos han comprado para probarlo, porque no se va a solucionar nada diciendo que la puso allí la policía venezolana. Sin embargo, lo único que está claro es que fue un montaje».