El Gobierno ha lanzado un nuevo globo sonda, en este caso, que afecta al sector de los transportistas, para recoger reacciones y determinar si lo regula o no. El ejecutivo estaría trabajando en un borrador para obligar a los vehículos pesados y de gran tonelaje a utilizar autopistas de peaje y evitar un total de 16 tramos, que suman algo más de un millar de kilómetros, en nuestro país.

El argumento que dan es que de esta forma se garantizará la seguridad vial y, a cambio, se comprometerían a pagarles el 50% del coste del peaje.

«De momento es una propuesta que persigue reducir la siniestralidad, que es cierto que en el último año se ha incrementado entre un 10% y un 15% en los vehículos pesados, pero sobre todo en furgonetas», comentó a este diario el presidente de la Asociación Provincial de Transportistas, Atralba, Enrique Jiménez.

Un borrador que, en principio, «no nos parece mal, estamos dispuestos a estudiarla» pero, añadió, puesto que se va a abordar esta problemática del sector, desde la asociación de transportistas integrada en FEDAreclaman «que se aborden al tiempo el resto de problemas, algunos que nos urgen  más, como el de la inseguridad».

<b>UN 50% Ó 60% MÁS.</b> La cuestión, planteó Jiménez, es que, si el aumento de los siniestros en carreteras ha ido a más, «los índices de inseguridad se han disparado en un 50% o un 60% más», especialmente focalizados en las áreas de servicio.

«A diario sufrimos robos del gasoil, de piezas de los camiones, de baterías, de ruedas» y eso perjudica directamente a estos profesionales que, aunque son incidentes que les cubre el seguro, «primero el dinero lo tenemos que adelantar nosotros».

Así pues, piden que se incorpore esta cuestión en el borrador porque la de los peajes está muy avanzada en la práctica. «En el 80% de los tramos ya cogemos peaje», como el caso de la A-7, «porque nadie va de Valencia a Barcelona por la nacional», la AP-66, para evitar el Puerto de Pajares, o la A-6, para no pasar por el Puerto de los Leones.