A los 45 años los militares tienen que dejar las Fuerzas Armadas. En regiones como Castilla-La Mancha se encuentran con dificultades para que se les reconozca de manera oficial su experiencia laboral en forma de calificación profesional o incluso de título académico. Se lo ha planteado el presidente de la Tropa y Marinería Española, Juan Carlos Tamame, al vicepresidente segundo de la Junta, José García Molina. «Esto hay que regirlo, los políticos están para arreglar los problemas de la sociedad y los de los militares, que somos también sociedad», reclamó.  

El vicepresidente segundo se mostró más que dispuesto a arreglar este problema. Contó que ya hay comunidades que han regulado este reconocimiento de competencias profesionales y anunció que seguirá el ejemplo de Extremadura, que lo acaba de hacer.  «Es muy fácil reconocer competencias profesionales para alguien que ha estado más de 20 años trabajando en un ámbito», expuso, «en Extremadura se han reconocido para vigilancia y seguridad, para mecanismos hidráulicos, hay quien lleva tanques o trabaja en el sector aeronáutico...». Ytambién ve viable que se sume el estudio de algunos créditos para facilitar el reconocimiento de títulos.

García Molina no ve ningún problema en que la Junta regule esta materia pues avisa de que no tiene ningún coste «porque ya tenemos un servicio de cualificación».

Tamame llevó otra petición y es que la Ley obliga a que se les reserven plazas en la Administración, pero luego no se cumple. García Molina lo mirará también. «A veces las leyes se hacen, el papel lo resiste todo, pero cuando llega el momento de materializarlo, no se hace», apuntó.

La tropa necesita guarderías

Los militares no renuncian a conciliar su vida laboral y familiar. Y a la hora de hacerlo se encuentran con los problemas que tienen muchos trabajadores de la región. Lo señaló Tamame al vicepresidente segundo de la Junta. «Le hemos transmitido la problemática de guarderías en todas las unidades de Castilla-La Mancha», señaló, «nuestro deber es denunciarlo, porque es necesario para la conciliación de la vida familiar y profesional».

García Molina admitió que es un problema del que no solo se queja la tropa. «Está claro que tenemos un déficit de guarderías y de guarderías publicas en esta comunidad», apuntó. Cree que es un problema que se podría extender a todo el país, así que apuesta por «darle una vuelta importante» a esta situación.  

Otra demanda que le llevó el presidente de la Asociación de Tropa y Marinería es el del transporte público a las bases militares. «Tenemos una carencia y es bastante preocupante», apuntó Tamame.

El vicepresidente segundo de la Junta comentó que este es otro problema que se repite en varios puntos de la región. Señaló que sobre todo reciben quejas de vecinos de zonas rurales y de sierra por la falta de autobuses o de horarios, aunque a la vez admite que es un tema complejo de resolver porque las empresas del sector apuntan a la falta de rentabilidad que tienen estos servicios.

Sin embargo, en el ámbito militar las carencias de transporte público se podrían solventar más fácilmente. García Molina señaló que en algunos casos hay línes que existen y que «lo único que tendrían que hacer es parar en el acuartelamiento». En otros casos, cree que habría tantos usuarios potenciales para ir de la ciudad a la base que e las empresas de transporte les podría salir beneficioso.