Un sueño hecho realidad

Carmen Ansótegui (spc)
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Bajo el lema 'Aventura en el país de las esmeraldas', 174 expedicionarios de 21 naciones inician la Ruta Quetzal BBVA, en la que recorrerán España y Colombia durante 34 días

 
Durante siglos, España vivió a espaldas de América ejerciendo su papel de país colonizador que buscaba exclusivamente sacar el máximo partido del Nuevo Mundo. Esta situación llevó a la comunidad iberoamericana a mostrar cierto recelo hacia la nación, incluso una vez alcanzada la independencia. Consciente de este hecho, el Rey Don Juan Carlos pidió al periodista Miguel de la Quadra-Salcedo que trabajase con los más jóvenes para conseguir cohesionar los dos territorios y fue así como nació, en 1979, la Ruta Quetzal, ahora Ruta BBVA.
Desde entonces, más de 10.000 estudiantes han estrechado lazos, llegando a conformar una gran familia rutera que celebra en esta ocasión la trigésima edición. El pasado día 25, un total 174 expedicionarios de 21 estados arrancaron en Madrid la Ruta 2015, que bajo el lema Aventura en el País de las Esmeraldas, recorrerá durante 34 días España y Colombia. 
En la primera jornada, disfrutaron en la capital de una visita por el Museo del Prado y el Palacio Real. Más tarde, a su paso por Toledo, serán partícipes de la celebración del IV centenario de la publicación del segundo tomo del Quijote y, en Ávila, del 500 aniversario del nacimiento de Santa Teresa. Después, viajarán a León y, desde allí, se sumergirán en la magia del Camino de Santiago. 
Fue el propio De la Quadra-Salcedo quien decidió incluir entre las actividades tres etapas de la senda compostelana, para rememorar que él mismo ayudó en su día a pintar las conocidas flechas amarillas que indican cómo llegar hasta la Catedral de Santiago. A sus 83 años, sigue muy vinculado a la iniciativa, aunque por motivos de salud es el subdirector, Andrés Ciudad, quien lleva las riendas del campamento.
Este año, por primera vez, los expedicionarios son mayores de edad. Los protocolos requeridos para trabajar con chavales más jóvenes se han ido haciendo con los años más exigentes y, según explicó Ciudad, han acabado por «blindar» la posibilidad de que chicos menores puedan participar en una aventura de este tipo en la que hay que atravesar ríos o adentrarse en selvas amazónicas. 
Pero la entrada de adultos al programa abre nuevas posibilidades al permitir una expedición más crítica, con un mayor enfoque de carácter social. De este modo, aunque la ruta no haya desdeñado nunca la actividad social, de ahora en adelante obtendrá un contenido que requiere «un poco más de madurez».
 
Punto de partida.
 
La ciudad colombiana de Cartagena de Indias será el punto de partida en el que los ruteros conocerán de primera mano varios emprendedores que están desarrollando proyectos relacionados con la lucha contra la prostitución infantil. Esta experiencia les ofrecerá la oportunidad de participar activamente contra esta lacra de la sociedad. 
Además, para impulsar la inclusión, la expedición cuenta desde hace cuatro años con los denominados embajadores de la discapacidad. Uno de los jóvenes que participa en el viaje es invidente y otro tiene problemas de audición. La primera experiencia fue todo un reto para organizadores y monitores, pero el resultado fue tan positivo que se ha convertido en una parte estructural del programa. Y es que, desde el primer día, los embajadores «manejan muy bien la situación gracias a la colaboración del resto de chicos».