125 años sin la 'locura' de Vincent van Gogh

A. Birschel (dpa)
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El genio que inspiró el modernismo y que apenas vendió un lienzo en vida está más presente que nunca: es uno de los pintores más cotizados y seguidos del mundo

El rostro de Vincent van Gogh ilustra desde camisetas a tazas de té, mientras que en las paredes de numerosas casas cuelgan reproducciones de sus Girasoles o su Almendro en flor. Sobre su vida se han rodado películas, escrito novelas y hasta compuesto una ópera. Sus obras sirven de inspiración en las pasarelas de alta costura de París y también en varias aplicaciones de smartphones. En resumen: al cumplirse hoy 125 años de su fallecimiento, el pintor está más presente que nunca. 
«Lo curioso es que prácticamente nadie le conocía cuando murió», comenta el director del Museo Van Gogh de Ámsterdam, Axel Rüger. Aunque ya no le sorprende el culto al artista, pues lo ve a diario con sus propios ojos: las filas para entrar en el centro siempre son largas y muchos de los interesados son jóvenes. En 2014, el recinto recibió unos 1,4 millones de visitantes. 
El pintor holandés es considerado uno de los pioneros del arte moderno, pero eso no llega a explicar la fascinación que generan sus obras. Sin embargo, Rüger no duda al comparar a Van Gogh con Mozart, Amy Winehouse y James Dean. Son genios que murieron jóvenes. 
Muchas de las cosas que se conocen actualmente del célebre pintor trascendieron a través de las cartas que le escribía a su hermano Theo.
Hijo de un pastor protestante de la provincia de Brabante, en el sur de Holanda, luchó contra su destino, recorriendo su propio país, el Reino Unido, Bélgica y Francia. Trabajó en el comercio de arte y también como predicador hasta que, finalmente, a los 27 años decidió que se dedicaría a la pintura. Su vida acabó solo una década después. Dejó 850 cuadros y casi 1.300 dibujos, que hoy se venden por sumas astronómicas. 
La biografía del famoso artista es terreno abonado para que surja el mito: Van Gogh, el maestro no reconocido, el hombre solitario, el loco... Pero Rüger asegura que muchas de esas afirmaciones no son correctas. «No cayó del cielo siendo genio», comenta. El director del centro recuerda que  estudió mucho arte y fue adquiriendo capacidades a través del aprendizaje. 
¿Y la locura? Los campesinos de Nuenen, donde su padre trabajaba como pastor, ya le llamaban el loco. Pero también hay que imaginarse la situación: un joven pelirrojo de mirada penetrante que camina con su caballete, truene o llueva. En un pueblo tradicional, eso ya de por sí es algo poco habitual. 
Van Gogh trabajaba con disciplina y reflexionaba mucho, aunque también comenzó a sufrir cada vez más ataques depresivos. 
Si bien en vida solo vendió un único cuadro, tampoco fue un genio no reconocido, como aseguran muchos. Antes de su muerte, los críticos de arte ya habían comenzado a prestar atención a sus trabajos, que no encajaban con ninguna otra tendencia. 
De hecho, la puesta en valor de su obra se produjo muy poco después de su fallecimiento. La fuerza de su uso del color y el simbolismo de sus composiciones comenzó a inspirar a otros pintores. Y sigue fascinando hasta el presente. 
El arte y la vida tan breve del pintor atraen a muchos. Y es que para Rüger, lo que genera tanto interés es «la promesa no cumplida». Vincent van Gogh será relacionado una y otra vez con la pregunta de qué habría ocurrido si no se hubiese matado el 27 de julio de 1890 de un balazo. Murió dos días después en Auvers-sur-Oise, como consecuencia de las heridas.