Al más estilo Hollywood, El viaje de Lanabel sigue cosechando premios y reconocimientos, el último recogido por su director -el profesor Enrique Carrasco- en el colegio Caude de Majadahonda, otorgado por la Organización de las Naciones Unidas (Unesco).
No es la primera vez que Enrique Carrasco recoge un galardón. Convencido de que el arte es una herramienta para profundizar en el aprendizaje y en el enriquecimiento personal, este profesor de inglés del Instituto de Educación Secundaria Río Cabriel de Villamalea, escribe, guioniza, produce y dirige todos los años, con los alumnos de cuarto, un mediometraje en inglés en los que viene abordando diferentes problemáticas que atañen a los jóvenes, desde el consumo excesivo de alcohol hasta el bullying.
La primera estatuilla que recibió el último cortometraje, titulado El camino de baldosas amarillas. El viaje de Lanabel, en clara alusión a El Mago de Oz, fue una mención de honor, en el apartado de Humanidades, en la vigésimo edición de los Premios San Viator de Madrid.
Apenas un día después de desplazarse hasta Majadahonda para coger el diploma concedido por la Unesco, dentro de su Premio Escolar Internacional Paz y Cooperación 2015, en la categoría de Tecnología para la Paz, Enrique Carrasco recibió la noticia de que este trabajo audiovisual también ha sido finalista autonómico en la undécima edición del Premio Acción Magistral, que convoca el BBVA junto con la Unesco.
Aunque figure como coordinador del proyecto, Enrique Carrasco no ha estado sólo en el rodaje y producción de El viaje de Lanabel. Entendiendo que la mejor manera de acercarse a un problema tan complejo como el acoso escolar es desde el campo de los idiomas extranjeros y las artes plásticas y escénicas, el cortometraje ha contado con la participación de muchos alumnos y docentes del IESRío Cabriel, que han trabajado en todo el proceso de rodaje, desde la elaboración del guión, el detalle del vestuario y atrezzo, el equipo de rodaje y el reparto de responsabilidades y de los soportes técnicos, hasta la proyección final.
Asimismo, Carrasco recuerda la implicación de las familias en el atrezzo y en la preparación del estreno de la película, a la vez que el AMPA del instituto se preocupó por realizar talleres de convivencia, respeto y patrullas antibullying.
Con la excusa de rodar una película, Enrique Carrasco logra implicar a los alumnos en dos conceptos muy distintos:la realidad virtual y su entorno próximo, de modo que utiliza las últimas tecnologías y, al mismo tiempo, escoge un tema de larga tradición: el acoso escolar.
Durante la preparación y rodaje de este proyecto, el docente ha ido trabajando el bullying con los estudiantes de cuarto y ha organizado sesiones prácticas con Policía Local y Guardia Civil de Villamalea, quienes han ofrecido charlas sobre acoso y ciberacoso y han informado de las repercusiones penales que pueden tener los menores implicados en estos delitos.
En El viaje de Lanabel, la protagonista, sometida a la tiranía de una de sus vecinas, descubre a través de una ensoñación ocasionada por un golpe en la cabeza, tras un violento tornado, los valores de la amistad, la lealtad, el valor, la inteligencia, el amor y, sobre todo, la confianza en uno mismo, y la fuerza del apoyo familiar: «No hay lugar como el hogar…», recita una y otra vez, mientras despierta de su sueño.
Al mismo tiempo que se abordan temas conflictivos, el desarrollo de este trabajo audiovisual permite a los participantes practicar la escritura en inglés y, concretamente, el lenguaje hablado, adaptado a las situaciones y con las expresiones idóneas en cada momento, así como adquirir competencias en el campo de las nuevas tecnologías, que utilizan como fuente de consulta y como medio de expresión.