Una curiosa iniciativa del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) permite a los ciudadanos convertirse en vigilantes de la buena conservación del patrimonio natural. Se trata del programa Apadrina una roca, que busca la colaboración de los amantes de la naturaleza para  conocer la evolución de los denominados Lugares de Interés Geológico (LIG) del país.

El proyecto parte de la idea original que fue puesta en marcha a finales del año 2011 por la Asociación Geología de Segovia y se hace extensiva a todo el país como un programa gratuito de voluntariado, que busca la conservación y seguimiento del patrimonio geológico.

Los inscritos no deben hacer ningún desembolso económico, sino comprometerse a informar de cualquier incidencia que descubra en el paraje (como anomalías, agresiones o expolios de minerales y fósiles, entre otras), así como a visitar el LIG al menos una vez al año. Con esa periodicidad anual, el IGME se pondrá en contacto con ellos para conocer los datos recababos sobre su estado de conservación.