Es una tradición que se repite, desde hace años, en la plaza de toros albacetense con motivo de su Feria. En una ciudad en la que no se celebran encierros taurinos, las vaquillas populares se han convertido en el festejo más apropiado para todos aquellos que se quieren dar una carrera delante de una res. Sí, pequeña, de cornamenta más bien reducida, pero que imprime la adrenalina suficiente como para pasar unos minutos con el corazón a tope de pulsaciones. Cada mañana, centenares de albacetenses se acercan al coso taurino para disfrutar de esta experiencia, en la que no suele ser frecuente que se produzcan incidentes de gravedad, aunque algún que otro susto sí se da. Revolcones no faltan.

CITA MATINAL. La cita matinal comienza a las 10 horas. Y no sólo hay corredores. El desarrollo de esta tradición cuenta también con espectadores, que deciden pasar de esta forma la mañana ferial como paso previo a desayunar, almorzar o incluso, para cerrar una larga noche.

Con el paso del tiempo, este evento se ha convertido en una de las citas ineludibles de la Feria albacetense. Y es que según los datos facilitados en el balance ferial del pasado año 2013 por parte de la alcaldesa de la ciudad, Carmen Bayod, entre 70.000 y 80.000 personas asistieron a las vaquillas. Se supone, a tenor de las declaraciones de los responsables municipales, que este año esa cifra se mantendrá en los mismos niveles.