Más de 85 millones de litros de vino están bajo protección

A.M.
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La Mancha, Manchuela, Almansa y Jumilla son las cuatro denominaciones de origen existentes en la provincia albacetense, sellos de calidad que ocupan más de 36.000 hectáreas

La zona de La Manchuela se encuentra en la actualidad en plena campaña de vendimia. - Foto: Rubén Serrallé

Una Denominación de Origen es un sello de calidad, una protección oficial de una clase de vino que se elabora en una región, comarca, localidad o lugar determinado con uvas procedentes de los mismos.

Aquel caldo que quiera lograr una Denominación de Origen debe disfrutar de un elevado prestigio en el tráfico comercial en atención a su origen. Además, su calidad y características deben coincidir exclusivamente con el medio geográfico, incluyendo los factores naturales y humanos. Asimismo, han de transcurrir al menos cinco años desde su reconocimiento como vino de calidad con indicación geográfica.

No cabe duda que la denominación de Origen es el DNI de los buenos vinos. Raro es aquel consumidor de este caldo que no la busca cuando la compra en supermercados o tiendas especializadas o la exige cuando la consume en un establecimiento hostelero.

El problema de Albacete y su provincia es que tiene que seguir avanzando en la promoción y publicidad de la excelencia de sus caldos, pues a pesar de que no tiene que envidiar a otras producciones nacionales e internacionales,  no goza de la misma popularidad que otras denominaciones de origen más antiguas y asentadas en nuestro país y fuera de él.

Baste reseñar que, en exportación, Castilla-La Mancha fue líder el año pasado en comercialización tanto de volumen de vino como de euros facturados. La principal novedad es que en 2013, por primera vez, la región se convirtió en la que más vino vendió al exterior ya no sólo por volumen, como era habitual, sino en ingresos por ese concepto, con un valor de 603 millones de euros, el 23% del total nacional; 874 millones de litros por un precio medio de 0,69 euros/litro, uno de los más baratos de España si lo comparamos con Castilla y León o La Rioja, donde el precio medio asciende a 3,09 euros/litro y 1,51 euros/litro, respectivamente.

Desde hace varios años, la provincia de Albacete cuenta con cuatro denominaciones de origen de vino, que la convierten en un importante enclave vitivinícola por el número de hectáreas protegidas en el conjunto de Castilla-La Mancha.

LA MANCHA. Sin duda, la DOcon mayor importancia en toda la región, a juzgar por su producción y hectáreas dedicadas al viñedo, es La Mancha, un sello de garantía de calidad al que están adheridos un total de 1.917 viticultores de la provincia de Albacete, que dedican 18.247 hectáreas a la producción de uvas blancas de variedad Airén, Macabeo, Sauvignon, Verdejo y Chardonnay -entre otras-; y de uva tinta como Cencibel, Garnacha, Syrah, Sauvignon y Merlot, principalmente.

En el mercado internacional, el crecimiento de la Denominación de Origen La Mancha ha sido de un 10% interanual en la última década, dato que asegura la presencia de estos vinos en los países de mayor consumo.

Los últimos datos relativos a la comercialización de vinos La Mancha lo ponen como líder del sector en esta región y en esta provincia, pues a nivel nacional, el pasado año logró vender más de 25 millones de litros de vino acogidos a esta Denominación, si bien la exportación funcionó mucho mejor, con 34,8 millones de litros repartidos por medio mundo, que en botellas de 75 centilitros suman, entre mercado nacional e internacional, un total de 80,9 millones de botellas vendidas.

El primer reconocimiento oficial que se hizo al vino de La Mancha como Denominación de Origen data de 1932, lo que la convierte en una de las más antiguas de España. Las bodegas acogidas a esta identificación han sabido evolucionar de una manera rápida y acorde con la demanda del mercado y del consumidor, logrando hacer la elaboración de sus vinos todo un arte.

MANCHUELA. Para esta provincia, una de sus señas de identidad vitivinícolas es la zona de La Manchuela, que cuenta con Denominación de Origen propia, de la que forman parte 33 bodegas, 800 agricultores y 24 municipios, de ellos nueve de la provincia albaceteña: Alborea, Casas Ibáñez, Casas de Juan Núñez, Cenizate, Fuentealbilla, Mahora, Navas de Jorquera, Pozo Lorente y Villamalea.

El hecho de encontrarnos en el límite con la zona de Levante ha influido en las variedades que tradicionalmente se cultivan. Tanto es así que en estos municipios predomina la Bobal y la Cencibel. No obstante, su Consejo Regulador auspicia tanto las variedades tradicionales como algunas experimentales que están dando excelentes resultados. Asimismo, se producen la Monastrell, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Moravia Dulce, mientras que como uva blanca, en mucha menor proporción que las tintas, se cultivan Macabeo, Albillo, Chardonnay, Verdejo y Sauvinong Blanc.

La Denominación de Origen La Manchuela protege 5.472 hectáreas, de las cuales 3.340 pertenecen a la provincia de Albacete. Embotella 1,3 millones de litros y exporta casi un  millón más. Mayoritariamente, la calificación de sus cosechas anuales han sido muy buena o excelente.

ALMANSA. De «privilegiada» tilda la Denominación de Origen Almansa a esta zona del sureste de la provincia albaceteña para la elaboración de vinos de alta calidad. Su ubicación geográfica, con suelos pobres y muchas horas de sol, permiten que el cultivo de la vid y la elaboración de vinos de Almansa haya alcanzado un importante reconocimiento internacional.

Con 12 bodegas adscritas y una producción media anual de 2,7 millones de botellas, la viticultura de la Denominación de Origen Almansa está asentada en dos pilares fundamentales:el cultivo de la variedad Garnacha Tintorera, que tradicionalmente ha sido la más cultivada en la zona; y que en épocas anteriores sólo se utilizaba como complemento en pequeñas dosis para reforzar otros vinos, debido al altísimo potencial de color y estructura de los vinos producidos con esta uva. El otro pilar de la DOAlmansa es la Monastrell como variedad autóctona y la llegada de uvas de otras zonas como la Syrah, que ha demostrado una aclimatación y adaptación al terreno perfectas.

Con esta base vitícola y la adaptación de las bodegas a las nuevas tecnologías, se consigue elaborar vinos tintos «excelentes».

JUMILLA. La Denominación de Origen Jumilla es la cuarta identificación con presencia en la provincia de Albacete. De las 30.000 hectáreas que posee, el 55% se encuentra en nuestro territorio, gracias a municipios como Albatana, Fuenteálamo, Hellín, Montealegre del Castillo, Ontur y Tobarra. Cuenta con 2.100 viticultores y 40 bodegas inscritas, de las cuales alrededor del 80% comercializan vino embotellado. Según informa su Denominación de Origen, la producción anual de uva es de alrededor de 75 millones de kilos, calificándose como vinos amparados por esta identificación unos 25 millones de litros, de los cuales se comercializan 20.