A 5.000 euros por hora

MAITE MARTÍNEZ BLANCO
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Empresas que necesitan mover a sus directivos con flexibilidad horaria y a ciudades que no tienen conexión con líneas regulares son ahora los principales clientes de la aviación ejecutiva

Nadie ha dicho que sea barato,- de media la hora de vuelo sale por 5.000 euros-, pero sí que la aviación ejecutiva ofrece otras ventajas nada desdeñables. La flexibilidad y la discreción son, sin duda, sus dos bazas principales. La aviación privada es ideal para ciudades que no están bien conectadas. Ir de Bilbao a Albacete en avión siempre será más cómodo que cubrir el trayecto en coche o en tren. Otra cosa es el coste que tiene que soportar el dueño del avión para tener su aeronave lista, disponible, esperándole para hacer este trayecto.

La crisis ha hecho mella en este mercado. Hoy en España quedan unos 100 jet privados, cuando hace unos años había unos 180 abanderados aquí. Son pocos, si se comparan con los 400 que operan en Alemania. La crisis del ladrillo se ha llevado también parte del negocio de la aviación ejecutiva. Antes, cualquier constructora grande tenía su jet privado y era habitual entre los promotores inmobiliarios de éxito comprarse un avión «sin necesitarlo, solo por aparentar», asegura Javier Barriga, piloto y gerente de Aviación y Negocio, una consultoría aeronáutica, establecida en Málaga, y que, entre otras cosas, se encarga de la gestión de varios aviones privados. Algunos de sus clientes vuelan a Albacete con cierta regularidad, otras operaciones a la capital manchega las han realizado para traer a clientes de cacerías.

clientes corporativos. Hoy los principales clientes de la aviación privada son las empresas de mediano o gran tamaño que necesitan mover con rapidez a sus ejecutivos, sin la pérdida de tiempo que conlleva moverse en aerolíneas regulares y sin los inconvenientes de los vuelos comerciales.

Inditex o Mango son dos de las empresas que tienen sus propios jet privados, son además aviones de largo radio, tipo Bombardier Global Express, el segundo tipo de aeronave que más opera en el aeropuerto de Albacete. Un avión que cuesta más de 50 millones de dólares y de los que apenas hay cuatro o cinco en España dedicados a la aviación privada.

«Las dos textiles tienen tiendas en todo el mundo y su equipo de directivos puede abrir diez tiendas en una semana, eso no se puede hacer en una línea regular, tú no puedes estar hoy en Kazajistan, mañana en Moscú y pasado mañana en Filipinas, si viajas en vuelos comerciales», explica Barriga. También el Banco Santander, que tiene parte de su negocio en Latinoamérica, tiene un avión de este tipo que le permite cubrir sin problemas un Madrid-Buenos Aires. Incluso Mercadona tiene dos aviones privados para llevar a diario a sus ejecutivos a visitar supermercados, «un mismo día pueden ir a La Coruña, Santander y Burgos y volver a dormir a Valencia, así ahorran dinero».

Si no se le da el suficiente uso, tener un avión se convierte en «un lujo carísimo». El seguro, los pilotos y el mantenimiento hay que hacerlo se vuele más o se vuele menos. «Mantener un Learjet 60, que es uno de los jet de medio alcance más populares ahora, un avión de tipo medio, de entre seis y ocho plazas, que te permite volar por Europa y también cubrir trayectos a África sin escalas, te sale por un millón de euros al año volando unas 200 horas», precisa Barriga a modo de ejemplo. La opción de los propietarios es alquilar el avión los días que no lo utilizan, gestión de la que se encargan empresas como Aviación y Negocios.

Otras empresas tienen su propia flota de aviones para alquilar. La americana NetJets, que es la compañía que más opera en Albacete, es la empresa de aviación ejecutiva más grande del mundo, con 150 aviones en Europa y más de 800 a nivel mundial. Pertenece al grupo de Berkshire Hathaway, empresa matriz del popular multimillonario Warren Buffett, «en España no tiene ni un avión abanderado, todos los que operan en Europa los tiene 50 en Portugal porque es el país que más facilidades le dio».

Entre las rempresas españolas de alquiler de jet, Gestair es la mayor de todas. El año pasado mantuvo el tipo y facturó 51 millones de euros. Sus clientes, según los datos que ofrecieron a La Tribuna, son las grandes compañías. El avión privado, dicen, se ha convertido en una «herramienta de trabajo, que les permite mantener varias reuniones en ciudades distintas el ismo día con la máxima flexibilidad de horarios en beneficio de su productividad».

Aún así, un 15% de sus clientes siguen usando el avión privado por ocio. «Para ellos –dicen desde Gestair- es de especial relevancia la personalización de los servicios, desde el modelo del avión en el que van a viajar, hasta la exclusividad del diseño interior o la personalización del catering a degustar».