Una menor resultó herida al caerse del tejado de una casa abandonada

MARCELO ORTEGA
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Ocurrió en una planta baja de la calle Gerona y fue la madre la que avisó a Policía Nacional

Una caída de varios metros de altura posiblemente por la rotura de una uralita hizo que una joven de 14 años de edad acabara en el hospital a última hora de la mañana de ayer, sin que haya trascendido  el alcance de las lesiones. La caída se produjo en una vivienda abandonada en el cruce de las calles Gerona y Escritor Ben Nassir, en el barrio Canal de María Cristina. Fuentes del 112 indicaron a este diario que recibieron el aviso a las 12,39, y hasta la casa se desplazó una ambulancia y un médico de Urgencias, así como efectivos policiales y de Bomberos, porque la joven tuvo que ser rescatada.

Vecinos y testigos de la llegada de las emergencias relataron unos hechos poco claros, aunque fuentes policiales explicaron que fue la madre de la menor la que avisó a la Policía Nacional. Al parecer, la joven no había acudido a su domicilio desde el día anterior, y la madre acabó encontrándola en este inmueble, donde es habitual que personas jóvenes se reúnan, comentaron los vecinos. La secuencia de los hechos apuntaba a que la menor intentó escapar de su madre, huyendo por los tejados del patio de la casa para salir a la calle, y una parte de uralita cedió, precipitándose desde una considerable altura.

VIVIENDA OCUPADA. Después de trasladar a la joven al centro hospitalario los agentes de Policía Nacional se encargaron de dejar la vivienda clausurada. Se trata de una planta baja aledaña a un antiguo taller también deshabitado y también clausurado ayer por los agentes, que colocaban el precinto policial en ambos accesos y tomaban testimonio a las personas que habían estado en el interior de la casa en el momento de ocurrir la caída. Las ventanas de la vivienda aparecían ya bloqueadas por rejas y otros obstáculos colocados anteriormente por su propietario, aunque las personas del vecindario aseguraban que es muy frecuente ver trasiego de personas en esta casa y en otras más del barrio donde tampoco vive nadie, sobre todo en horario nocturno. «Se ve el humo por la noche, hacen fuego y se juntan aquí», comentaba una de las mujeres del vecindario. Otros testigos de la actuación policial comentaban que ya en otras ocasiones los agentes han estado en este inmueble. Ayer, tras la actuación para dejar el lugar cerrado e impedir nuevas ocupaciones, la calle quedó de nuevo abierta a la circulación, pues la Policía Local tuvo cortado el tráfico en las dos calles afectadas mientras duró el rescate.