Un pajar para hallar la aguja del empleo

E. REAL
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Miles de jóvenes abarrotaron la 'Saramago' en busca de una oportunidad laboral

Las expectativas planteadas para la I Feria del Empleo de Albacete no se cubrieron, se desbordaron. A primera hora de la mañana, una inmensa cola de jóvenes desempleados de la capital y de municipios de la provincia rodeaban la Casa de la Cultura José Saramago, lugar escogido para llevar a cabo esta primera edición.

Nada más entrar al edificio, un choque de sensaciones: esperanza, por un lado, agobio, por otro. Miles de jóvenes, y menos jóvenes, se agolpaban en los diferentes expositores instalados por las más de treinta empresas colaboradoras para dejar su curriculum, para tratar de convencer con un papel a quien pueda proporcionarle una oportunidad laboral. Era, como se escuchaba en más de un corrillo, como encontrar una aguja en un pajar.

«Tengo 25 años y estoy estudiando el último curso de ESO», unos estudios que David Martínez abandonó en su momento y que ahora ha retomado para tratar de ampliar sus oportunidades de inserción. «Busco cualquier trabajo, de reponedor, de repartidor, pero también he trabajado en el campo o en las puertas automáticas», comentaba este joven, llegado desde Casas de Juan Núñez.

A su lado, soportando las serpenteantes colas que se desdibujaban en un barullo de cabezas, y el intenso calor que se sufría en el interior de la ‘Saramago’, otra joven, Laura Pastor, apretaba entre  sus manos, nerviosa, una buena ristra de folios con sus logros laborales y formativos, como los miles que las empresas participantes reunieron durante toda la jornada y lo seguirán haciendo hasta las ocho de la tarde de hoy.

EN TODAS PARTES. «Hay mucha gente, estamos todos aquí para lo mismo, todos queremos un puesto de trabajo», decía esta albaceteña de 26 años. «Tengo experiencia en cuidados de mayores y residencias, y tengo un módulo de dos años», por lo que es la opción laboral por la que dijo decantarse pero «voy a echar en todas partes».

Difícil competencia porque, en principio, los beneficiarios calculados para esta primera edición serán 109 personas. Para ello, como requisitos, las empresas que cuenten con ellos deberán formalizarles un contrato a jornada completa y por un periodo mínimo de seis meses y, a cambio, recibirán una subvención de 1.550 euros. Un dinero que procede del Fondo Social Europeo con destino a esta iniciativa incluida en el Programa Local de Apoyo al Empleo, en el que colabora también la Cámara de Comercio.

DESBORDADOS. Los cálculos iniciales de los organizadores eran de alrededor de 2.000 las personas que iban a asistir a esta IFeria del Empleo. Sin embargo, como confirmó a este diario el coordinador de este proyecto, Ángel López Jiménez, «el día de antes de la Feria, las inscripciones por Internet superaban las 3.000 y hoy, aquí en las instalaciones, se han formalizado muchas», con lo que, admitió, «es posible que hayamos llegado a cerca de las 5.000 personas sólo como asistentes», para acercarse a los expositores de las empresas, recibir su información y depositar su candidatura.

Porque aparte, como añadía López Jiménez, «están los 25 talleres y las ocho ponencias que hemos programado» y que hace tiempo que cubrieron sus plazas.

Lo positivo de esta primera edición es que «hay algunas empresas que han venido con ofertas concretas», dispuestas a encontrar a la persona idónea para cubrirlas, entre las que el coordinador del Plan mencionaba la gran variedad, como «jefes de planta, dependientes, chóferes» o las planteadas por Empresas de Trabajo Temporal.

La que buscaba Antonio García, en paro desde diciembre y con 42 años de edad, «va más encaminada al perfil de educador», indicaba, pero «también tengo experiencia en atención al público».

García, como prácticamente la opinión común de ayer, se quejaba, sin embargo, de que «haría falta más organización y más espacio» porque eso, espacio, era lo que ayer faltaba y el poco disponible lo ocupaban los abanicos -los reales y los que repartían las empresas, en cartón y con sus logos- para soportar la alta temperatura.

Una falta de espacio que admitía el responsable de la José Saramago, Ricardo Beléndez, que argumentaba que «las cosas bien organizadas demuestran que, incluso los mejores sitios, se quedan pequeños».

Con menos optimismo lo valoraba la responsable de Empleo de CCOO, Pilar Limón, que atendía el expositor del sindicato. «Es un poco descorazonador ver a tanta y tanta gente aquí y eso demuestra que aún hay muchos parados, que no se está generando empleo».

Limón, que se centra estos días en informar sobre las opciones formativas y cómo buscar empleo, además de dar a conocer las campañas del sindicato, planteaba la conveniencia de «buscar un sitio con más espacio y donde haga menos calor» para futuras ediciones.