De nuevo detenido en Albacete, y de nuevo por timos típicos de la picaresca donde las víctimas son mujeres en edad avanzada. Esa es la historia que ayer contaba una nota de prensa de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, acerca del arresto de T.N.G., de 42 años, quien estaba buscado por una estafa en Albacete ocurrida en marzo y una anterior ocurrida en enero en la población valenciana de Quart de Poblet.

Los agentes encontraron al presunto timador sentado en una terraza, en un bar. En el comunicado, la Policía destacaba que T.N.G. «pertenece a un clan familiar» dedicado a los timos de la estampita y el tocomocho, y que cuenta con «una larga trayectoria criminal» con operaciones por todo el país. De hecho, en otras ocasiones junto a él también se detuvo a un hijo y a una mujer que actuaron de cómplices en sus engaños.

Esta vez la Policía buscaba al arrestado por un primer timo de la estampita en Quart de Poblet, cuando a mediados de enero «se apoderaron de 6.000 euros engañando a una mujer de 74 años». Después, a finales de marzo, llegó el golpe de Albacete, donde el botín fue de 3.500 euros, hurtados por el tocomocho a una mujer de 84. Según explicó la Policía «un desconocido» abordó a la mujer en la calle «solicitándole ayuda para ir a cobrar unos boletos de la ONCE premiados, excusándose con no saber leer y desconfiar de su familia». Entonces aparecía otro individuo,  que simulaba llamar por teléfono y «corroboraba que los cupones estaban premiados», por lo que sacaba dinero de una entidad bancaria  próxima, y en un sobre se lo daba al portador de los cupones. La víctima, ya convencida, fue entonces con los timadores a su banco habitual, «donde extrajo de su cuenta 3.500 euros, que entregó para incorporarlo al sobre del dinero».