La vendimia en seis claves

E.F.
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Enólogos, productores, técnicos de las denominaciones y las organizaciones agrarias aprovecharon la celebración de la Feria de Albacete para dar sus opiniones y vaticinios sobre una campaña que se solapó con las fiestas de 2014

Dos jornaleros se afanan en recoger los racimos de uva en una explotación de La Manchuela. - Foto: Rubén Serrallé

La vendimia de 2014 ya está en su recta final en casi todos los municipios. Este año, la principal campaña agrícola de la comunidad autónoma ha sido, como poco, complicada. La precedió un grave problema de excedentes; comenzó en medio de una fuerte sequía que ha recortado las previsiones de cosecha de forma drástica, y se ha desarrollado en medio de controversias tanto sobre el precio como la calidad.

En paralelo, en Albacete. con motivo de la Feria, se ha desarrollado un ciclo de catas, patrocinado por la Diputación Provincial, al que han asistido profesionales, miembros de las organizaciones agrarias y representantes de las principales Denominaciones de Origen de la provincia y  que ha servido, también, como un termómetro del estado de ánimo y de las expectativas para la campaña de este 2014.   Y estas son algunas de las claves y opiniones recabadas entre el 7 y el 17 de septiembre.

1. Más excedentes

El año 2013 registró una cosecha histórica, muy por encima de la media: 590.300 toneladas de uva en la provincia de Albacete y más de 4,3 millones de toneladas en la comunidad autónoma. Nuestra provincia produjo, ese año, 3,4 millones de hectolitros que; en Castilla-La Mancha, se rebasaron los 21 millones. Buena parte de este volumen de vino aún estaba en los depósitos al inicio del verano de 2014, lo que llevó al Ministerio de Agricultura a aprobar una controvertida destilación obligatoria sin dotarla de fondos nacionales. Pero, «al final, y no sin dificultades, la situación se fue regularizando,  y se han ido haciendo contratos que han permitido dar salida a la producción», señalaba Óscar Dotor, director técnico del departamento de control de la Denominación de Origen La Mancha.

2. Menos producción

Durante todo lo que llevamos de el año hidrológico, la provincia de Albacete se ha visto afectada por una fuerte sequía. Desde el 1 de octubre de 2013, de media, ha llovido sólo el 25% de lo normal, según la Aemet . Para colmo de malos, lo poco que llovió hizo más mal que bien, porque, entre junio y julio, la provincia de Albacete padeció una cadena de tormentas que causaron graves daños en casi todas las comarcas vinícolas.  Las previsiones oficiales,  empezando por las del Magrama, reconocían un recorte del 25% respecto al año 2013, tanto en toneladas de uva (450.230 estimadas para Albacete) como en hectolitros (3,4 millones). Pero el recorte, en zonas como la DO Jumilla, «ha sido aún mayor, hablamos de un 40% menos que el 2013», señalaba Fernando González, secretario de esta denominación que comparten las provincias de Murcia y Albacete, «pero tampoco hay que perder de vista que la cosecha del año pasado fue enorme, en comparación a la media histórica, hablamos de un 20% menos».

3. Más calendario

La sequía y las altas temperaturas también se dejaron notar en el calendario, estirando las fechas de celebración de la vendimia. En la segunda mitad de agosto, ya habían comenzado a vendimiarse, sobre todo hacia el noroeste de la provincia, las variedades más tempranas, como la chardonnay. Por contra, si se va hacia el sur, en municipios como Fuenteálamo, Ontur o Montealegre del Castillo, la recolección de las variedades más sufridas y adaptadas a las severidades del clima, como la monastrell, la recolección aún está en sus inicios y podría prolongarse hasta principios de octubre.

4. Precios a la baja

 Las controversias sobre los precios son un clásico de las campañas de vendimia en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Un estudio dado a conocer por la organización agraria UPApor estas mismas fechas señala que los precios de la uva se sitúan entre el 25% y el 40% más bajos que en la vendimia pasada, y eso a pesar de tener una reducción de producción de casi el 30% y con calidades óptimas. La organización agraria tildaba de «ruinosas» las cotizaciones de la uva que se pagana a los  viticultores (a  0,15 euros el kilo de media para la variedad Airén, mayoritaria en la región), «los precios más bajos de los últimos 25 años y muy por debajo de los costes de producción». En otras provincias de la comunidad autónoma, se produjeron actos de protesta contra los precios a los que compran la uva las principales bodegas. Sin embargo, las mayores tensiones se dieron provincias vecinas, como Ciudad Real, ya que el gran peso del sector cooperativo en la provincia de Albacete hace que esta clase de controversias sean menos intensas que por otros pagos.

5. Gran calidad

La única nota positiva de la vendimia de este año 2014 es que, de forma unánime, todos los actores del sector coinciden en que la calidad, este año, será muy buena, excelente o, incluso, excepcional. En general, casi todos los consultados consideran que la ausencia de precipitaciones no ha permitido el desarrollo de plagas en la vid, sobre todo de las que tienen su origen en hongos. Se considera que el estado sanitario de la uva es muy bueno así como su proceso de maduración,  por lo que se espera una gran calidad, aunque, como es lógico, aún queda vendimia por delante y la calificación de la añadas de cada DO está por realizarse.

6. Rendimiento excesivo

Con la vendimia ya generalizada en casi toda la provincia de Albacete, se suscitó una controversia entre la DO Manchuela y la Junta de Comunidades, ya que esta denominación criticó los rendimientos máximos marcados para las declaraciones de cosecha de vino (Decovi) para esta campaña y para la uva de vinificación no acogida a DO. Juan Miguel Cebrián, presidente de la Denominación de Origen Manchuela, señalaba que  «no nos parece sensato permitir rendimientos máximos diferentes  para comarcas vinícolas diferentes, incluso dentro de ellas, creemos que debería haber un máximo uniforme para todas las zonas. Pero, aún más, hay valores que nos parecen demasiado grandes; si en denominaciones como la nuestra no llegamos, ni de lejos, a los 10.000 kilos, permitir rendimientos máximos en viñedos no acogidos a DO de más del doble, de 25.000 o 30.000 kilos, es comprar todas las papeletas para tener, el año que viene, otro problema de  excedentes y con vinos cuya calidad será tan baja que, en algunos casos, casi ni serán vino». Desde la Junta, se explicó que estos valores son tan altos porque sirven de referencia para detectar posibles casos de fraude.