No pasará la corrida de ayer a la historia como de las mejores de este tradicional festejo benéfico, con dos partes bien diferentes, la primera en la que los aficionados, que llenaron medio aforo de la plaza, se entretuvieron, y los toreros de a pie pusieron ganas y por momentos buen toreo, lo que les hizo cortar una oreja a cada uno en los primeros de sus respectivos lotes. El torero a caballo lució, pero no mató de forma ortodoxa, por lo que fue el único que no tocó pelo, así que pasó sin pena ni gloria, esta cuadrágesima octava edición de la tradicional corrida de Asprona.