Pío García Escudero destacó la 'bella arte' de la Tauromaquia

PEDRO BELMONTE
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El presidente del Senado clausuró el encuentro y dijo que lo sucedido en Cataluña sirvió para que los aficionados supiesen que había un movimiento «muy organizado contra la Fiesta»

Cerca del medio día de ayer domingo, y tras la celebración de la quinta y última mesa redonda se procedió a la clausura del que ha sido el I Congreso Internacional de la Tauromaquia como Patrimonio Cultural, clausura que correspondió al presidente del Senado español y aficionado a los toros, Pío García Escudero.

Abrió el acto el subsecretario del Ministerio de Educación Cultura y Deportes, Fernando Benzo, quien en el capítulo de agradecimientos comenzó por los congresistas e intervinientes en las mesas redondas, destacando la gran cobertura mediática que ha tenido el evento durante los tres días en los que se ha desarrollado. Agradeció a los representantes de los tres estamentos taurinos, Unión de Criadores de Toros de Lidia, Unión de Toreros y Unión de Picadores Banderilleros y Mozos  de Espadas, Carlos Núñez, Juan Diego y Fernando Galindo respectivamente, su presencia durante todo el congreso, así como a la presidenta de la región Maria Dolores Cospedal que también ha asistido a casi todos los actos y, por supuesto, al equipo de Ministerio por su buen trabajo.

Destacó que se han contabilizado 3.600 menciones en medios y páginas web, además de 1.360.000 impactos de Twitter. Hizo un repaso del trabajo surgido durante estos días y de las conclusiones que se llevan para seguir trabajando en ello y aprender de las críticas que se hayan planteado, finalizó diciendo que este gobierno no es aficionado, es militante.

ARTE. El presidente del Senado, Pío García Escudero, declaró que cuando Juan Belmonte paró los pies, sacó los brazos y dio cinco verónicas, el torero se convirtió en artista, quedando rendidos a sus pies los intelectuales de la generación del 27, todos ellos claros admiradores y defensores de la fiesta de los toros, siendo una gran fuente de inspiración para sus obras, convirtiéndose también en una de las Bellas Artes. Escudero añadió que Cataluña prohibió los toros, cosa que también intentaron, papas, reyes, políticos de la ilustración y poetas de la generación del 98 sin conseguirlo, admitiendo que el hecho catalán fue un detonante para que los aficionados se dieran cuenta que había un movimiento muy organizado contra la fiesta, lo que hizo que todos se pusieran a trabajar, con tres claros pasos, trasladar los toros de Interior a Cultura, Estudiar el Pentauro y acoger la Iniciativa Legislativa Popular para convertirla en la ley que es ahora.

Pío García Escudero no se explica cómo pueden prohibir lo obvio, algo que forma parte de la historia de España, pues no en vano, artistas e intelectuales como Miguel Hernández y Pablo Picasso quieren ser toreros y lo plasman en sus versos y lienzos. El presidente del Senado hizo referencia al daño que la crisis ha ocasionado en la fiesta, sobre todo en los festejos menores, ya que se ha llevado más de la mitad de las novilladas picadas y casi todas las sin picadores, quedando solo las que cuentan con apoyo institucional.

Se ha hecho un embudo, señaló Escudero, que provoca no poder torear a muchos matadores de toros en activo, lo que dificulta la renovación generacional. Pero igualmente se mostró preocupado por el escalafón de aficionados, lamentándose de la ausencia de jóvenes en las plazas de toros, por lo que planteó la pregunta de cómo se puede convencer a los jóvenes para que vayan a los toros.

Escudero habló también de la necesidad de hacer un esfuerzo de divulgación, acabando con el tópico de los toros y el flamenco, invistiéndolo de seriedad. Finalizó diciendo que no debemos tener complejos, pues se trata de un espectáculo cultural como el teatro o la ópera, por lo que afirmó que naturalidad es cultura.