El pasado fin de semana el sector del comercio inició el periodo más estresante de horarios comerciales del año para sus trabajadores. El 25 de noviembre fue el primero de los ocho domingos de ocho fines de semana seguidos (a los que se les añade este próximo sábado, 8 de diciembre) que los establecimiento abrirán sus puertas para tratar de mejorar su cifra de negocio. Hasta el domingo 14 de enero, incluido. Más de mes y medio que concentran el 66,6% de los 12 festivos y domingos que, por ley, se permiten en Castilla-La Mancha.
El 2019 se ha cerrado igual. La mayoría estarán entre el 24 de noviembre y el 13 de enero, con la excepción de que, al caer el 6 de enero en domingo, ese se ‘respeta’. «Son demasiados y condenan a los trabajadores a unos horarios en los que es imposible conciliar», expone el secretario territorial de UGT, Javier González. Igual piensa el secretario de la Federación de Servicios en CCOO, Santiago Zafrilla. «Por nosotros no se abriría ninguno, pero somos conscientes de la realidad y consideramos que ocho sería una cifra aceptable, que es lo que tienen otras comunidades».
La demanda no es nueva, se repite año a año, pero se intensifica en esta época, cuando el trastoque en los descansos se multiplica.
sin remedio. «El pequeño comercio se ve arrastrado por las grandes superficies, que son las más interesadas en abrir», argumenta el presidente de la Federación de Comercio, la agrupación que aglutina a más asociaciones del sector en la provincia. José Lozano añade que, además, la irrupción de las gigantescas plataformas de venta online tampoco han ayudado. «Sí considero que 12 son, quizás, excesivos y que con ocho sería suficiente», pero insiste en que «tanta competencia nos lleva a que abramos».
Para lograr esa pretensión de reducir la cifra de domingos y festivos de apertura comercial haría falta «una igualdad de condiciones que ahora no hay», asegura Santiago Zafrilla. «La Administración es la que decide cómo queda el calendario definitivo, pero antes consulta» y en esa consulta es donde los sindicatos se quejan de la falta de paridad en la representación.
(Más información en edición impresa)