No fue un partido brillante, pero sí efectivo y el Albacete logró tres puntos que continúan mejorando los números en esta segunda vuelta y lo ponen fuera del descenso, con dos puntos de ventaja el cuarto por la cola. Tuvo que ser de penalti, con dos goles desde los 11 metros obra de Rubén Cruz, los que derrumbaron a una Ponferradina muy seria pero quizás poco ambiciosa, ya que apenas inquietó a Dorronsoro.

El equipo leonés se mostró rocoso, con buen criterio a la hora de mover, un Tete muy incisivo y dos puntas, Sobrino y Berrocal, muy trabajadores, pero las ocasiones fueron casi siempre para los albaceteños, que pisaron más y mejor el área contraria, aunque faltaba el último pase, el remate, para transformar esas buenas acciones, principalmente de Keko y Moutinho, en gol.

Los dos extremos del Alba fueron dos pesadillas para sus defensores y por allí empezaron a llegar las primera ocasiones. A los nueve minutos Moutinho lo intentó con despeje blando del portero y Keko no pudo llegar al rechace al sacar en la misma línea de gol un defensa. La jugada todavía no terminó ahí, pues ahí pudo Moutinho rematar de cabeza fuera.

Estuvo muy incisivo el suizo-portugués en esta primera parte, con otra ocasión en el 11.  También Portu remataba fuera un centro de Antoñito en el 15 y en el 23 era Keko el que, tras una brillante jugada, se la cambiaba de pierna para intentar un disparo con rosca con su pierna izquierda que se marchó fuera por poco. Se estaba mascando el gol del Albacete, mientras que la Ponferradina apenas aparecía cuando Tete ponía en aprietos a un combativo Carlos.

Llegó el minuto 32 y una buena acción de Keko dentro del área terminó con un claro derribo por parte de Alán Baró que el colegiado, encima de la jugada, no dudo en señalar como pena máxima. El guardameta Arrizabalaga se lanzó muy bien pero Rubén Cruz la arrimó tanto al palo que pudo salvar al portero y conseguir el 1-0.

MEJORA VISITANTE. Parece que no le sienta bien adelantarse en el marcador al Albacete, pues enseguida pierde el sitio. Todo ello en un partido que, sin excesivos alardes, parecía controlado por los locales. La Ponferradina empezó a mover con más criterio y verticalidad y llegaron las dudas defensivas que tanto daño hacen la Albacete. Un balón que se iba fuera de portería era despejado para darle al cuadro leonés una nueva oportunidad, con medido centro de Tete y cabezazo precioso de Jonathan para empatar la contienda apenas cinco minutos después del 1-0. Que poco dura la alegría en la casa del pobre.

Aún tuvo Tete una nueva ocasión con un disparo lejano tras pérdida de Carlos que no pasó a mayores, y se llegó al final de la primera mitad con este empate que dejaba cierto mal sabor de boca entre el respetable. Poco había tenido que hacer el rival para irse al vestuario con el partido empatado después de una primera mitad donde el dominio y las ocasiones más claras las había puesto el Albacete Balompié.

En la segunda parte el partido siguió por los mismos derroteros, aunque tanto Keko como Moutinho empezaron a sentir el cansancio propio del gran esfuerzo realizado en la primera mitad y sus acciones carecían de precisión. El balón no llegaba en condiciones al área para poder rematar. Esto quedó en evidencia en un buen contragolpe en superioridad en el minuto 55 que acabó en nada por la falta de precisión en el pase.

El centro del campo de la Ponferradina tocaba muy poco más y Sobrino y Berrocal generaban algunas complicaciones. De todas formas el equipo leonés seguía sin poner en verdaderos apuros a un Dorrosonso que sufría mucho más cuando sus compañeros le cedían balones comprometidos que debía sacar como podía.

Rondar el área rival tiene sus ventajas, y en una acción individual de Rubén Cruz el central Caztañaga lo derribaba en el área, otra vez con el colegiado encima de la jugada y sin dudas a la hora de señalar el correspondiente penalti. El propio delantero se encargó de transformarlo para volver a poner al Albacete por delante en el marcador en el minuto 70.

Hubo quizás mas miedo por parte del Albacete a perder la ventaja que intención de la Ponferradina por darle la vuelta la marcador. El caso es que los minutos fueron pasando, la afición aprovechó para aplaudir a sus jugadores en los cambios y los tres puntos quedaron en casa para sacar al Albacete de los puestos de descenso.