Han venido para quedarse, los drones se usan ya para deslindar caminos, saber qué zonas de un cultivo necesitan más agua o dónde se ha despertado una plaga. Sorteando los corsés legales que se imponen a su vuelo por razones de seguridad, este sector despega.El Ministerio de Fomento acaba de lanzar un Plan Estratégico a tres años para explorar los usos actuales y los que se anticipan en un futuro. «Los drones serán junto al big data, el internet de las cosas y la inteligencia artificial, un elemento más del ecosistema tecnológico cotidiano», dicen desde el Ministerio. Albacete no es ajena a este boom. En 2015 se registró el primer operador de drones de la provincia y en tres años ya son 33 empresas, profesionales o entidades públicas las autorizadas a volar sus aeronaves. Según los datos de AESA, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, en la provincia hay 36 pilotos y 42 drones de uso profesional.