Hace cinco años, un familiar que venía participando en el programa Vacaciones en Paz de la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui la llamó para proponerle que se hiciera cargo de Alí, un niño que se había quedado sin familia acogedora por motivos laborales. No se lo pensó dos veces, ni consultó a la familia. Desde entonces, Llanos Esteban ha ido involucrándose cada vez más con la Asociación hasta hacerse cargo de la coordinación de Vacaciones en Paz.Explica que el año pasado "recibimos a 63 y este año 39 familias repiten y otras 12 recibirán a los hermanos, aunque de momento tampoco sabemos si podrán venir. Antes de la crisis, el programa estaba dirigido a niños y niñas saharauis de entre ocho y 12 años de edad, pero en los últimos años nos llegan entre 10 y 12. Queremos recuperar la anterior franja de edad para poder recibir a más niños". El reto este año es que vengan 80 niños saharauis. Para Esteban, "acoger a un niño saharaui es una lección de vida para toda la familia".