El juicio del albacetense encarcelado en Venezuela, José Luis Fernández Martín, que fue detenido tras una protesta contra el presidente Nicolás Maduro hace un año, sigue su curso, a pesar del traslado del español al centro penitenciario David Viloria y Fénix de la ciudad de Barquisimeto el pasado 31 de marzo.

Dicho traslado, que se hizo sin previo aviso, había hecho pensar a la familia y a su abogada, Marlib Tortolero, que existía la posibilidad de que se suspendiera el juicio, ya que el centro penitenciario en el que se encuentra actualmente José Luis Fernández Martín está a 90 kilómetros de los juzgados que llevan la causa.

Sin embargo, el juicio continuó el pasado lunes 13 de abril con la declaración de tres nuevos funcionarios, con lo que según aclaraba su letrada sólo faltan cuatro funcionarios más para terminar con la prueba testifical. Lo que ha supuesto una buena noticia para la familia.

En cualquier caso, Tortolero mostraba su descontento porque no han hecho caso a sus peticiones de que devuelvan a Fernández a la comisaría en la que ha estado preso durante la mayor parte de su encierro. «Me negaron nuevamente el cambio de centro de reclusión», con lo que lo enviaron de nuevo al penal.

<b>EL TRASLADO.</b> En cualquier caso, el traslado hasta la localidad donde se encuentra el juicio no ha sido fácil, ya que según explicaba la madre del albacetense, Ángela Martín Serrano «sus amigos han tenido que pagar para que lo trasladaran al juzgado».

En cualquier caso, la próxima audiencia del juicio tendrá lugar el próximo día 27. En cuanto a la situación en la que se encuentra José Luis Fernández tras su traslado al penal, la familia sabe lo poco que les ha contado la abogada, que también está teniendo problemas para contactar con él, como aclara su madre, Ángela Martín. «El otro día fue a visitarlo y estuvo esperando desde las siete de la mañana hasta las ocho de la tarde y no le dejaron verlo». Por suerte, la letrada ha podido hablar con él en el juicio y les ha dado noticias suyas. «Su abogada ha dicho que mi hijo está más animado, pero no hemos podido hablar con él, ni sabemos cuando podremos hacerlo. También nos ha dicho que si llaman pidiendo dinero para sacarlo que no hagamos caso».