Mientras que para el Partido Socialista la derogación parcial de la Ley de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha y la derogación total de la Ley por la que se creó la Indicación Geográfica de Vinos de la Tierra de Castilla era una «muerte» anunciada, para el Partido Popular no era una muerte sino «dar vida y futuro al sector». Así lo expresó ayer la consejera de Agricultura del Gobierno regional, María Luisa Soriano, durante su intervención en el Pleno de las Cortes en relación al debate y votación del dictamen emitido por la Comisión de Agricultura sobre la derogación de estas normativas.
Soriano recordó en primer lugar que desde que se aprobó la ley regional del vino, la OCM ha ido cambiando y por tanto se ha quedado obsoleta, además de tildarla de la ley «más perjudicial» de toda España.
Es más, la consejera indicó que la propia oposición reconocía que la Indicación Geográfica goza de protección comunitaria y por ello estaban dispuestos a que se derogase, añadiendo que la Ley de la Viña y el Vino tiene la misma protección y sin embargo ha sido mucho más negativa para un sector que el Gobierno considera estratégico. En este punto, Soriano destacó las dificultades por las que ha tenido que pasar en los últimos años el sector vitivinícola, que vio como en los últimos tres años del gobierno socialista se arrancaban más de 73.000 hectáreas de viñedo por considerarlas ilegales.
Soriano reprochó al PSOE que no hubiera dado ni un solo argumento para que se mantuviera la Ley, al mismo tiempo que ofreció cuatro razones para que se derogue: Porque es innecesaria ya que duplica la normativa y supone mucho más burocracia,porque ha destruido a muchas familias al arrancar viñedos considerándolos ilegales, porque las sanciones en esta comunidad son diez veces superiores a las nacionales y existían mucha diferencias entre unas regiones y otras, y porque fue un compromiso de la presidenta María Dolores Cospedal eliminar el impuesto del vino.
fondo de promoción. Al no haberse admitido ninguna de las enmiendas de su Grupo durante todo el procedimiento, el PSOE daba ya por «muerta» la Ley regional del vino antes casi de comenzar el debate. El diputado José Luis González aseguró que los socialistas no entienden que se derogue una Ley que regula un sector tan importante y que no saben qué daño ha podido hacer al sector, cuando en su momento se aprobó con consenso.
Además, recordó que otras comunidades autónomas (Castilla y León, Andalucía, Valencia, Cataluña, Navarra, País Vasco, La Rioja y Canarias) tienen su propia ley aunque existan legislaciones nacionales o europeas.
Pero sobre todo, el portavoz socialista echó en cara al Gobierno que hubiera incumplido la promesa de asumir el coste del Fondo de promoción vitivinícola y que lo único que pretendía era que desapareciera dicho fondo.
No obstante, la consejera devolvió la acusación de mentir a la bancada socialista, asegurando que este Gobierno (el del PP) sí cree en la promoción y cumple sus compromisos, mientras que era el PSOE el que se gastaba el dinero del fondo, que financiaban los propios agricultores por imposición de anteriores gobiernos, en ferias a las que no acudía ni una sola bodega o cooperativa de Castilla-La Mancha. «¿En qué se gastaron ese dinero?», preguntó. «Eso no es promoción», apostilló.