El Juzgado de lo Penal Bis acogió ayer el juicio contra un ganadero y un pastor de una finca de Mahora, para los que la fiscal solicita ocho años de prisión y dos años de inhabilitación para realizar trabajos con animales, por no prestar los cuidados necesarios al ganado.A la vista no se presentó ninguno de los dos acusados, pero el magistrado decidió celebrar el juicio, ya que las penas solicitadas eran inferiores a los dos años de prisión y la ley así lo permite.Por todo ello, la vista comenzó con la declaración de los guardias civiles del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) que acudieron a la explotación ganadera ubicada en Mahora, que manifestaron que los animales mostraban signos de inanición, que no había comida en los comederos y que los sacos de pienso que había eran para cebar a los corderos, pero no para alimentar a las ovejas. Además manifestaron que la situación no era puntual y que venía de lejos.