Atracción por el poder

AGENCIAS
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García Márquez tenía una enorme amistad con Felipe González y otros mandatarios

Atracción por el poder

Una de las debilidades del premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez fue el poder. Tal fue así, que entre sus amistades poderosas se encontraban personajes como el expresidente español Felipe González o los exmandatarios de Estados Unidos y Francia, Bill Blinton y Francois Mitterand. Además de una proximidad muy cercana con el líder cubano Fidel Castro.

Con el político español tenía una enorme fascinación, como dejo claro en su biografía de 700 páginas, así como con su partido.

El fallecido escritor chileno Roberto Bolaño ya lo dijo en cierta ocasión: «Era un hombre encantado de haber conocido a tantos presidentes y arzobispos».

La del escritor y la del político cubano fue una relación cercana, nacida cuando García Márquez fue a Cuba a trabajar para la agencia oficial de noticias Prensa Latina, en la década de 1960. De hecho, el literato escribió para el dictador Operación Carlota: Cuba en Angola, con su supervisión personal.

Esa amistad fue criticada en su momento por otros intelectuales como Mario Vargas Llosa, que lo definió en términos poco amistosos como «lacayo».

El historiador Enrique Krauze recordó cómo García Márquez había definido su adhesión al régimen de Castro como una «comunión con los santos».

A principios de los años 70, el colombiano decide irse a España para escribir sobre un dictador, en este caso Francisco Franco. Para ello eligió la ciudad de Barcelona.

En la Ciudad Condal, Gabo escribió los relatos de La increíble y triste historia de la cándida Edelmira y su abuela desalmada (Barral, 1972) y la novela El otoño del patriarca (Plaza & Janés, 1975). En Barcelona, y concretamente en el barrio de Gracia, transcurre María dos Prazeres, uno de sus Doce cuentos peregrinos. En 1974, el escritor abandonaba España.