El Albacete pagó caro en Pamplona ser tan blando atrás (2-1)

Claudia Rossel (Área11)
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El Osasuna rompió su mala racha de 12 jornadas sin ganar ante un conjunto manchego que tuvo sus opciones pero que tendrá que seguir en la pelea para asegurar la permanencia

Derrota con muchas lecturas para el Albacete en el campo de Osasuna. Los de Luis César parecen haber perdido el duende lejos del Belmonte, donde se muestran como un equipo aseado y bien dispuesto cuando tienen el esférico en su poder, pero muy blando cuando es el rival el que tiene el cuero y aprieta. Se unen a ello factores como el tempranero gol de Osasuna en el primer minuto o el cambio, decisivo, de Raoul Loé en los locales cuando mejor estaban jugando los manchegos. Y es que el Albacete firmó 20 minutos sensacionales en el arranque de la segunda parte donde igualaron el tanteo, pero acabaron cediendo ante un rival de zona baja que llevaba la friolera de 12 jornadas sin vencer.

Se notó en el arranque del encuentro quién se estaba jugando más en el césped de El Sadar. Sin duda eran los locales, y apenas al minuto y pocos segundos de encuentro enganchaba Oier desde la frontal un esférico que abría la cuenta con el público aún sentándose, y frotándose los ojos de paso ante el golazo del zaguero osasunista. Tocaba remar contra corriente, y casi más cuando Nino a los cuatro minutos bordeaba el dos a cero en un cabezazo.

Poco a poco, el buen trato de balón de los manchegos comenzaba a facilitar progresiones ofensivas, y así Keko trataba de disparar a los 11 minutos, y el balón mordido lo cabeceaba César Díaz en una primera gran oportunidad que acababa en córner.

El encuentro no tenía un dueño claro, y José García probaba a los veinte minutos para los locales con buena intervención de Dorronsoro. Era un encuentro de ida y vuelta, con los locales tranquilizados por la ventaja tempranera y un Albacete que no acababa de carburar. Cedrick tenía el dos a cero en una jugada blandita de los centrales manchegos pero Dorronsoro sacaba el cuero, y la respuesta blanca era un centro del incisivo Keko, el mejor del equipo en este primer acto, al que no llegaba César por muy poco.

Parecían despertar los de Luis César, y Keko probaba fortuna desde la frontal con un chupinazo que se perdía un palmo por encima del larguero pero desde ahí, minuto 33, hasta el descanso todo el peligro sería para Osasuna. Sisi firmaba una bella acción personal con disparo raso, intencionado, que sacaba Dorronsoro a córner, y en el servicio desde la esquina, nuevamente blanda la zaga visitante y Nekounam en el rechace empalmaba un fuerte disparo raso que se perdía cerca del palo izquierdo de la meta visitante. Un cabezazo de Nino desviado cerca del intermedio era la última oportunidad de un gris primer periodo para los albaceteños.

DOMINIO MANCHEGO. En cambio, la salida del segundo acto vio a un Albacete Balompié mandón, dominador, con llegada, en un cuarto de hora inicial fantástico para los de Luis César, donde empataron pero pudieron hacer muchos más goles. Avisaba al minuto Paredes en un tiro de falta directa que se perdía cerca de la escuadra, y a los tres minutos Samu, tras un gran pase de Mario Ortiz, topaba con el acierto de Riesgo en su salida, ya que el meta rojillo desviaba a saque de esquina.

El partido era un monólogo albaceteño y Osasuna apenas cruzaba la línea del centro del campo. Edu Ramos probaba desde la larga distancia y el bote a punto estuvo de despistar a Riesgo, que blocaba finalmente. Y la más clara a los siete minutos cuando una perfecta combinación del ataque manchego, una delicia de jugada, la culminaba Keko asistiendo a Samu, que llegaba solo y en carrera en el punto de penalti. Incomprensiblemente mandó fuera cuando lo más fácil parecía ser el gol.

Un gol que llegó al minuto siguiente, haciendo justicia al fútbol. Paredes ponía un centro perfecto al corazón del área y Portu se elevaba, marcaba los tiempos, y ponía un cabezazo perfecto lejos del alcance de Riesgo. Uno a uno en un claro decorado albaceteño, con el público bastante nervioso.

Pero entonces Mateo, que se jugaba el puesto, acertó con los cambios dando entrada a Loé por un desafortunado Merino. Aún tuvo Edu Ramos la opción del 1-2 en una falta directa que se perdió alta, pero el mediocampista africano avisaba con la primera oportunidad rojilla a los 20 minutos.

PRESIÓN FINAL. Osasuna poco a poco fue equilibrando el juego, teniendo más posesiones y llegadas. Antoñito brillaba en la defensa manchega, pero aún más Núñez cuando salvaba bajo palos un disparo raso del omnipresente Loé.

Comenzaba Luis César a mover su banquillo buscando oxígeno para un 11 que se apagaba, y Portu tenía a los 77 minutos una buena opción en un disparo algo desviado. Preludio, por desgracia, del dos a uno. En el séptimo córner los locales, a ocho del noventa, la zaga no despeja, muy poco contundente, hay una serie de rechaces y en el segundo palo Loé mete la testa para devolver la ventaja a los locales. Trató de reaccionar el Alba, pero sólo una falta colgada al segundo palo ya sobre la barrera del 90, con remate fuera sin ángulo apenas de Gonzalo puso en aprietos al meta navarro. Algunas brusquedades finales, roja incluida al canterano Berenguer, para certificar la derrota del Albacete.