Son los alumnos comprometidos, responsables, educados, competitivos. Los futuros ingenieros, médicos, farmacéuticos, enfermeros, informáticos de Albacete... Jóvenes de 16 y 17 años que tienen meridianamente claro que la carrera universitaria será su pasaporte hacia un buen empleo y que, para acceder a la titulación deseada, necesitan una nota media muy alta.

Como en otros muchos institutos, estos jóvenes optaron por la modalidad de Tecnología y Ciencias de la Salud, porque entienden que son ramas con mayor empleabilidad, aunque sea en el extranjero.

Son chicos normales que siguen las modas, los gustos musicales y participan en el ocio juvenil. La única diferencia con el resto de sus compañeros es que forman parte del Bachillerato de Excelencia que la Junta implantó en septiembre de 2013 en el instituto número seis de la capital, el Julio Rey Pastor.

La razón de ser de este nuevo programa educativo es fácil: implantar en el alumnado la filosofía del esfuerzo para formarse mejor, estar más preparado en el futuro, ser más competitivo y, fundamentalmente, acceder al Grado universitario que desee. Teniendo en cuenta la nota media de toda la ESOcomo referencia para entrar en el primer curso del Bachillerato de Excelencia, la dirección del Julio Rey Pastor seleccionó a 26 alumnos que habían superado el siete de media que exige la Consejería de Educación para formar parte de este programa.

El problema, según explica su director Jesús Moya, es que fueron más de 26 los que superaron ese siete, por lo que la prioridad a la hora de entrar en el Aula de Excelencia fue ir seleccionando desde la nota más alta hacia abajo, de manera que el alumno que hacía el número 26 había obtenido una nota media en toda la ESO de un 8,5.

La decisión de implantar el Bachillerato de Excelencia en la modalidad de Tecnología y Ciencias de la Salud obedece a la «tradición» de los estudiantes del instituto número 6 de inclinarse mayoritariamente por estas ramas. Tanto es así, que de los cinco primeros bachilleratos que tiene el centro, tres son de Ciencias de la Salud y dos de Humanidades y Ciencias Sociales, lo que supuso que no hubiera suficientes alumnos para conformar un Bachillerato de Excelencia en esta rama de letras.

El esqueleto de este nuevo programa implantado por la Consejería de Educación se sustenta en el esfuerzo extra que tiene que realizar el alumnado, en base a un suplemento horario de cuatro horas a la semana, lo que les obliga a permanecer en el instituto, de lunes a jueves, una hora más que el resto de sus compañeros.

En estas cuatro horas más, los 27 alumnos que en la actualidad cursan primero del Aula de Excelencia refuerzan materias más complejas como la lengua, el inglés, las matemáticas y física y química. En segundo, el refuerzo también se centra en las tres primeras, mientras que la cuarta la elige el estudiante, en función de sus aspiraciones académicas, teniendo así la oportunidad de apretar en dibujo técnico, biología, física, química...

El segundo pilar de este Bachillerato de Excelencia es el estudio de investigación, con métodos de trabajo preuniversitarios, que tiene que hacer el grupo de estudiantes a partir del segundo trimestre del curso. El pasado año, los 26 excelentes investigaron, desarrollaron y publicaron el proyecto de innovación El cultivo de la vid en Castilla-La Mancha, repercusión cultural y económica, un completo estudio relacionado con el vino de esta región, en cuya elaboración colaboró el Campus universitario con la organización de sesiones y charlas informativas en horario vespertino.

El análisis se completó con visitas a bodegas los sábados, acompañados por el profesorado, lo que da idea del grado de implicación en el estudio que tiene este perfil de alumnado: «Es un alumno muy motivado», confirma el director del Julio Rey Pastor, quien matiza que el Bachillerato de Excelencia está indicado para todos aquellos jóvenes que, superada la ESO, «quieren algo más, están muy motivados, quieren tener una muy buena nota en Selectividad, porque quieren estudiar una carrera para la que piden mucha nota y que las universidades se los rifen por sus expedientes».

De cara al segundo trimestre del curso actual, los alumnos que se encuentran en primero del Bachillerato de Excelencia no realizarán un trabajo de investigación conjunto, sino que de forma individual o en pareja elegirán la temática a investigar.

En el caso de los que están en segundo, ese trabajo de investigación que hicieron el curso pasado lo sustituirán en 2015 por prácticas de empresas, a modo de una formación profesional, aunque todavía no se conoce cómo se realizarán.

El tercer y último pilar de este Bachillerato de Excelencia es abrir la posibilidad de que todos los alumnos acaben con el título First de inglés, examinándose ante profesores autorizados o en academias certificadas por la Universidad de Cambridge.

Tras la finalización del primer curso del Bachillerato de Excelencia en junio pasado, los 26 alumnos que lo cursaron obtuvieron una nota media de 9,4 sobre 10.

No obstante, Jesús Moya subraya que, al final, independientemente de su refuerzo y esfuerzo extra, los criterios de evaluación, los contenidos y los objetivos, en definitiva, el currículum, «es el mismo que en el resto de bachilleratos». De igual manera, matiza que todo alumno de la provincia que quiera cursar el Excelencia puede hacerlo, siempre y cuando supere ese siete que, a partir de septiembre de 2014, hay que obtener de media sólo en cuarto de la ESO y no en toda la Secundaria.

Respecto al esfuerzo que le ha supuesto al instituto Julio Rey Pastor implantar el Bachillerato de Excelencia, su director destaca el ahínco del profesorado que, a pesar de trabajar una hora más, no se ha visto compensado económicamente por la Junta de Comunidades:«Lo están haciendo a cambio de nada; esto a la Consejería no le cuesta un duro».

Mientras Mercedes García, profesora de Historia, aplaude este Bachillerato porque los alumnos «están muy interesados en el estudio», Encarnación García, profesora de Literatura, reclama más implicación de las instituciones públicas para que permitan la asistencia de los chavales a actos culturales y lúdicos, como ha hecho recientemente la directora del Teatro Circo.