El portavoz del Partido Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha, Francisco Cañizares, fue el encargado de llevar la reforma del Estatuto de Autonomía al Congreso de los Diputados para su toma en consideración. Una reforma que contempla una rebaja en el número de diputados autonómicos desde la horquilla actual de entre 47 y 59, a entre 25 y 35 diputados. La iniciativa llegó a la Cámara Baja con el empuje del PP regional y con el rechazo frontal del PSOE, que hasta el último momento estuvo pidiendo su retirada. Finalmente, la propuesta salió adelante por 171 votos a favor frente a 124 en contra y 21 abstenciones, entre las que destacaron las de los nacionalistas CiU y PNV.

Francisco Cañizares quiso despejar dudas desde el primer minuto de su tiempo en la tribuna del Congreso y aseguró que «no es una reforma al uso» que ni intenta invadir ni cambiar competencias, «solo se reducen diputados», dijo. Su discurso fluyó por la justificación de la reforma en la austeridad con la que las instituciones y los políticos tienen que dar ejemplo, partiendo de la situación en la que el Gobierno de María Dolores Cospedal se encontró la comunidad: «Con un administración quebrada e imposible de financiarse», aseguró el portavoz regional.

La medida prevé un ahorro al Parlamento de Castilla-La Mancha de entre 4 y 5 millones de euros por legislatura, «cantidad suficiente para abrir un centro de salud o un par de colegios en la región», confirmó. Argumento más que sólido para el Partido Popular que, según enumeró Cañizares, viene haciendo reformas desde que llegó al Gobierno para conseguir los datos favorables que hoy se están viendo, «cumpliendo los objetivos de déficit, con menos parados que hace un año y liderando las exportaciones a nivel nacional».

«Debemos dar ejemplo a los ciudadanos», fue la máxima con la que Cañizares quiso convencer al hemiciclo asegurando que ante los sacrificios que han hecho «no podía mirarse para otro lado». Insistió en el carácter pedagógico de la iniciativa, que no tiene que ver con la aritmética electoral: «No es el objetivo de esta reforma» como acusa el Partido Socialista, entre otras cosas porque el PP está convencido de que no necesitará ayudas de ese tipo para volver a ganar en la región. El portavoz regional aludió en este punto a una encuesta publicada en el día de ayer que situaría a Cospedal de nuevo en la mayoría absoluta de haber elecciones.

También en contestación a los argumentos esgrimidos por el PSOE, sobre la falta de consenso como algo inaudito en estos procedimientos, recordó que el mismo Estatuto de Autonomía llegó en 1982 sin el apoyo de todas las fuerzas políticas. Es más, aseguró que se opuso el Partido Comunista y el propio Partido Socialista.

Sin embargo, y ante este rechazo «difícil de justificar ante los ciudadanos de Castilla-La Mancha», Cañizares quiso concluir su exposición «con la mano tendida» para lograr el acuerdo que se echa de menos en esta tramitación para una reforma estatutaria hecha, según dijo, «para que gane quien quieran los ciudadanos».