Tras el éxito obtenido en cuanto a la aceptación de los vecinos de los conocidos como burladeros, instalados en el Casco Histórico, para mejorar la limpieza de sus calles y rincones, desde Medio Ambiente se estudia cambiar los materiales con los que se construyeron, «con el fin de impedir que se deterioren  y oxiden rápidamente». Hay que recordar que el pasado verano se puso en marcha la campaña piloto con el lema ¡Entre todos, por un Casco Histórico más limpio!, para «mejorar las condiciones de salubridad y limpieza en nuestro casco antiguo». Y ello porque los camiones de recogida no podían entrar en el casco antiguo, donde existían puntos de bolseo en los que los vecinos depositan la basura en un horario determinado, sistema que no resulta del todo apropiado, por diversos motivos, como que no se respetan los horarios de depósito de basura; los perros y gatos rompen las bolsas y esparcen la basura y quedan restos que producen malos olores y suciedad»