Javier Artés gana el Concurso del 'Himno a la Cuchillería'

V.M.
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El profesor de orquesta valenciano logra los 3.000 euros con los que estaba dotado el certamen por una composición musical para banda y voz solista titulada 'Aceros de Albacete'

Un instante del concierto celebrado anoche en el Auditorio Municipal, donde se interpretaron las cuatro obras finalistas. - Foto: Arturo Pérez

El jurado del Concurso del Himno a la cuchillería de Albacete eligió la composición Aceros de Albacete, cuyo autor es Javier Artés, profesor de orquesta, coro y conjunto instrumental en el Centro Profesional de Música Ciutat Ducal de Gandía, para acompañar musicalmente la letra del mismo, un poema de Francisco Jiménez Carretero.

Las cuatro obras finalistas -junto a la ganadora se interpretaron Navajas de esperanza, de Azael Tormo, Alea Iacta Est, del albacetense Luis Enrique Hidalgo, y Cuchillos de oficio, de Xosé Carlos Seráns- fueron interpretadas anoche por la Banda Sinfónica, dirigida por Miguel Vidagany, en el Auditorio Municipal, un concierto en el que también participaron la soprano Fuensanta Morcillo y el tenor Francisco Javier Martínez.

El jurado, presidido por el alcalde, Manuel Serrano, e integrado por el propio director de la agrupación sinfónica, Miguel Vidagany; el director del Conservatorio Superior de Música de Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Orero; el profesor de este mismo centro, José Miguel Fayos; y la profesora del Conservatorio Profesional de Música y Danza de Albacete, Dolores del Carmen Simón, se decantó por esta pieza para banda y voz solista, lo que reportará a su autor un premio en metálico de 3.000 euros. Cabe apuntar que a este certamen convocado por el Consorcio del Museo Municipal de la Cuchillería concurrieron 16 obras de compositores procedentes de Albacete, Tarazona de la Mancha, Villarrobledo, Talavera de la Reina, Alcalá de Henares, A Coruña, Santiago de Compostela, Oviedo, Manuel (Valencia), La Vila Bella (Castellón) y Alcanar (Tarragona), que presentaron obras de nueva creación, originales e inéditas, escritas para la plantilla habitual de la Banda Municipal de Música, más una voz solista, con una duración que oscilaba entre tres y seis minutos (las composiciones se presentaron en formato papel y no iban firmadas, ni mostraban inscripciones que pudieran descubrir el autor).

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