Los ecologistas alertan del impacto del turismo activo

Maite Martínez Blanco
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Instan a actualizar la normativa que se quedó obsoleta y celebran esta tarde un debate con presencia de la administración

Pelotón de ciclistas de BTT en una de las carreras que se celebran en la provincia. - Foto: Arturo Pérez

Tramos de río tan saturados de barcas de rafting que hasta tienen que hacer cola para poder descender; barrancos que se parecen más a un parque de atracciones que a un espacio natural y montes que se asemejan a polideportivos.

Ecologistas en Acción quiere abrir el debate, la organización conservacionista cree que ha llegado el momento de actualizar la normativa y regular las nuevas actividades de turismo activo por las repercusiones que tienen en el medio natural. La administración parece estar de acuerdo, a la vista de la respuesta que la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente dio a la Asociación para la Conservación de los Ecosistemas de la Manchuela este tiempo atrás, cuando esta entidad alertó de lo que lleva tiempo sucediendo en el río Cabriel con la concentración de empresas multiaventura. El director provincial, Manuel Miranda, les contestó diciéndoles que «tomaba buena nota» y que trasladaría la cuestión a los organismos implicados. 

La denuncia aludía a lo que sucede en el tramo del Cabriel que discurre entre Tamayo y El Retorno, en el término municipal de Casas Ibáñez, apenas unos kilómetros de cauce que casi durante todo el año y en especial en temporada alta de turismo sufren una gran presión por parte de empresas de turismo de Albacete, Cuenca y Valencia, que comercializan descensos en rafting o piragua para centenares de personas, con lo que supone de trasiego de vehículos y visitantes en un lugar de alto valor natural. Los ecologistas no tienen cifras, pero desvelan que hace casi ya diez años que el Ayuntamiento de Casas Ibáñez hizo un conteo un fin de semana de agosto y llegó a contar la presencia de 500 personas en la zona.

 

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