Desde el 1 de enero hasta el pasado 31 de agosto, los guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) contabilizaron 33 incendios forestales en la provincia de Albacete, en los que ardieron 28 hectáreas de monte.
De todos estos fuegos, el Seprona ha establecido que tres de ellos fueron intencionados y otros 13 se debieron a negligencias, algo que también está perseguido por la Ley e implica penas de prisión para los responsables.
En estos momentos, los agentes investigan a 10 personas por estos hechos, de las cuales algunas de ellas fueron arrestadas. Cabe destacar que en este 2018 dos personas, a las que la Guardia Civil considera responsables de dos incendios por negligencia, perdieron la vida como consecuencias de sendos fuegos, en las localidades de Yeste y Agramón.
Si nos centramos sólo en el verano, época de mayor riesgo de incendios, podemos decir que no se han cometido muchos delitos, aunque si bastantes fuegos. En concreto, entre el 1 de junio y el 31 de agosto se han producido 13 incendios, sin embargo, 10 de ellos se debieron a rayos y en otro más no se han encontrado indicios de delito y se cree que se produjo por causas naturales.
Por tanto, los agentes del Seprona sólo investigan dos ellos, uno intencionado y otro por negligencia. En cuanto a estos dos fuegos, la Guardia Civil investiga a una persona como autora de uno de ellos. En los meses de junio, julio y agosto ardieron ocho hectáreas de monte.
En cuanto a la vigilancia de los incendios en época estival el teniente José Ángel Rozalén Medina, jefe de Sección del Servicio Protección de la Naturaleza, de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete, aseguraba que «se hace una vigilancia especial en los meses de verano. Todos los años se elabora una orden de servicios por parte de la Comandancia de Albacete, en la que se establece un refuerzo en la vigilancia de las masas forestales de la provincia».
Por parte del Seprona, se establecen dos patrullas en horario de mañana y dos patrullas en horario de tarde, con el cometido específico de vigilar masas forestales. En el caso de que se produzca un incendio forestal, deben desplazarse al mismo, para recoger los datos, indicios e informaciones en el lugar y esclarecer la auto ría del incendio. También se intensifican los servicios en zonas forestales por el resto de patrullas de seguridad ciudadana.
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