La iglesia de los Padres Franciscanos fue el marco elegido para el acto de la coronación canónica de la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, la popular Macarena, la primera Virgen que es coronada sin ser patrona de un municipio en la Diócesis de Albacete.

En un templo abarrotado de fieles y con la presencia de autoridades civiles y militares, entre los que se encontraban la alcaldesa, Carmen Bayod, y varios miembros de su Corporación, diputados provinciales y mandos de la Base y Maestranza Aérea, la talla de la Virgen, realizada por el escultor valenciano José Díes en 1946 y ubicada en una capilla de esta iglesia desde el 29 de octubre de 1957, presidió la eucaristía desde un trono instalado junto al altar mayor.

Durante la ceremonia, Ciriaco Benavente, que estuvo acompañado por el padre provincial de los Franciscanos, Jesús Martínez, puso de relieve el profundo fervor y la veneración que despierta entre los fieles esta imagen que procesiona en la Semana Santa albacetense desde 1946, un año después de la creación de su propia Cofradía, que llega a movilizar a un millar de nazarenos. Recordó que la tradición de la coronación obedece a una intuición evangélica y es una «resonancia del misterio de su Ascensión a los Cielos», a la par que consideraba que en este acto simbólico «María corona a lo pequeño, a lo humilde y a lo pobre». El obispo destacó que «la corona trenzada con el amor de todos los hermanos de la Cofradía es el mejor ofrenda que puede hacerse a la Virgen» y reiteraba que «el cariño de Albacete te rodea».

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