Los aficionados dieron el último adiós al ciclista fallecido

Teresa Jiménez
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Decenas de ciclistas aficionados esperaron la llegada del coche fúnebre por la entrada a la población de la N-310 para acompañar al deportista fallecido tras ser arrollado por una furgoneta a dos kilómetros de la localidad con dirección a Barrax

El féretro de Joaquín Pérez Blanco fue recibido por decenas de ciclistas aficionados de Villarrobledo y poblaciones vecinas de Las Pedroñeras y El Provencio.

Los deportistas esperaron la llegada del coche fúnebre en la entrada a la población de la N-310 y acompañaron hasta el Tanatorio al que fuera uno de los aficionados destacados y vocacionales de la disciplina deportiva.

Los numerosos asistentes de los clubes ciclistas de la localidad y la comarca realizaron un emotivo y silencioso recorrido escoltando al compañero fallecido desde la explanada situada a la entrada del municipio,  por la Avenida Antonio Calero, hasta el Tanatorio, donde todos los participantes del acto de homenaje -organizado para rendir especial tributo a una persona que dedicó durante 10 años gran parte de su tiempo libre a la práctica y competición del ciclismo a nivel provincial, regional y nacional- dieron su más sentido pésame a la familia.

El cuerpo del fallecido permaneció en las instalaciones del Tanatorio junto a familiares y amigos, que le velaron hasta la tarde cuando tuvo lugar el santo entierro en la iglesia parroquial de San Blas.