El Albacete Balompié se ejercitó ayer en el estadio Carlos Belmonte con la mente puesta en el encuentro que le enfrentará el próximo domingo al filial del FC Barcelona en el Miniestadi, a partir de las 17 horas.

Antoñito y Rojas, ambos con problemas físicos, no asistieron a esta sesión matinal en la que la plantilla disputó un partidillo. Por lo que se vio ayer, a falta todavía de dos entrenamientos, Luis César dejó entrever que puede repetir la alineación del pasado domingo, cuando su equipo derrotó al Osasuna por 2-0, con el cambio en el lateral derecho de Carlos Por Antoñito, si éste no se recuperase de sus molestias en el tobillo.

Sea cual fuere la formación inicial, los jugadores admiten que están ávidos de una segunda victoria que se sume a la obtenida frente al cuadro navarro.

Alberto Domínguez habló al final del trabajo y bromeó con los periodistas cuando le hicieron ver que a cada comparecencia por su parte se sucedía un triunfo. «Entonces tres puntitos más, nos volvemos de Barcelona contentos y santas pascuas; la próxima semana me volvéis a llamar otra vez», señaló.

Preguntado por el cambio de escenario del entrenamiento, aclaró: «Entrenamos aquí por las dimensiones del campo, mayores que las de la Ciudad Deportiva, pero no hemos visto aspectos del rival, sino trabajar nuestro fútbol. Supongo que mañana veremos más del adversario con el vídeo».

El guardameta admitió que «se trabaja mejor» después de una victoria, aunque matizó: «Esto tampoco puede ser una fiesta porque seguimos estando donde estamos. Hasta que consigamos el objetivo vamos a seguir con esa seriedad que necesitamos».

El triunfo del pasado domingo supuso un golpe de moral importante, gracias a las pocas llegadas a puerta de los pamplonicas. «El equipo hizo un partido en el que apenas intervine, y así es como el portero se siente bien. Ojalá todos fueran así, lo que querría decir que vamos a ganar muchos y que el portero pasaría desapercibido», recordó.

Un segundo triunfo supondría para el Albacete estabilizarse también fuera de casa. El gallego explicó al respecto: «A principio de temporada teníamos mejores resultados fuera de casa, pero en las últimas, con el apoyo de la afición, hemos conseguido darle la vuelta y ahora mismo nos sentimos cómodos jugando en el Belmonte mientras fuera nos está costando un poco más. Es hora de cambiar eso».

Pero no será fácil en función de la calidad del Barcelona B, del que dijo:«Espero un rival difícil al que estamos estudiando, y tenemos nuestras bazas para poder batirlo aunque sabemos que es complicado». «Es un equipo que mete muchos goles aunque que también encaja muchos», recordó, «pero nosotros debemos seguir en nuestra línea, sobre todo defensiva, porque cuando la tenemos en ataque al final la metemos. Hay que hacerlo como en los partidos frente al Leganés y Osasuna para poder cosechar puntos».

Alberto, preguntado por los dos modelos de juego similares, señaló:«Vamos a intentar tener la pelota pese a que sabemos que ellos disfrutan también con la salida de balón. Intentaremos robárselo y salir rápido para hacerles daño».

La remodelación de la zaga con la incorporación de nuevos efectivos surtió efecto frente al Osasuna. El portero gallego aseveró al respecto: «Tenía ganas de ver jugar a Miguel Núñez porque estaba viviendo una situación injusta en un jugador sacrificado como él, con muchas horas en el gimnasio, y Pulido se ha incorporado en una buena dinámica y en tan sólo una semana ha conseguido un resultado positivo».