23 de mayo de 1989: nace el TSJ de Castilla-La Mancha

Vicente Pascual Carrión
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Este órgano fue el sustituto de la Real Audiencia Territorial creada en 1834 y extiende su jurisdicción a las provincias que constituyen la Comunidad Autónoma: Albacete, Cuenca, Ciudad Real, Guadalajara y Toledo

Este mes recordamos un acontecimiento trascendental en la historia reciente de nuestra Región y de Albacete: la constitución del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJC-M) que tuvo lugar en Albacete el 23 de mayo de 1989. Don José Rodríguez Jiménez, en su discurso como presidente del nuevo Tribunal, además de rendir homenaje «a la venerable Institución vigente hasta la fecha: la Audiencia Territorial de Albacete, constituida solemnemente el día 14 de julio de 1834 y que hoy desaparece por mandato legal», puso de relieve la importancia del mismo para nuestra Región al señalar que el Tribunal Superior «asume con alegría, esperanza y sentido de responsabilidad, la alta y difícil función que le incumbe desempeñar».

Los Tribunales Superiores de Justicia fueron establecidos por la Constitución de 1978, que en el artículo 152.1, señala, en lo que se refiere a la Administración de Justicia, entre otras cosas, que «un Tribunal Superior de Justicia, sin perjuicio de la jurisdicción que corresponde al Tribunal Supremo, culminará la organización judicial en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma». Los Estatutos de las Comunidades recogerán los supuestos y las formas de participación en la organización de las demarcaciones judiciales del territorio.

Su papel. El Estatuto de Autonomía establece en su artículo veintitrés, párrafo primero, que «el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, que tendrá su sede en Albacete, es el órgano jurisdiccional de la Región ante el que se agotarán las sucesivas instancias procesales en los términos del artículo 152 de la Constitución y de acuerdo con la Ley Orgánica del Poder Judicial y con el presente Estatuto». Este articulado fija la sede del Tribunal Superior en Albacete, adelantándose a disposiciones posteriores, pues, salvo el de Murcia, ninguna otra comunidad fijó en su estatuto la sede de su Tribunal. El de Castilla-La Mancha, al igual que los restantes tribunales autonómicos, son órganos jurisdiccionales del Poder Judicial único del Estado.

La constitución de estos Tribunales supone la culminación de la organización judicial en las Comunidades Autónomas o, dicho de otra manera, la versión judicial de la estructura territorial autonómica del Estado.

Este Tribunal Superior tiene su sede en Albacete y su constitución tuvo lugar el 23 de mayo de 1989, siendo el sustituto de la Real Audiencia Territorial creada en 1834 y extiende su jurisdicción a las provincias que constituyen la Comunidad Autónoma: Albacete, Cuenca, Ciudad Real, Guadalajara y Toledo.

Las funciones de este Tribunal son variadas y no se agotan en el ámbito jurisdiccional. Tiene dos clases de funciones: jurisdiccionales con las propias del Poder Judicial y gubernativas, referidas a aspectos internos derivados de la estructura y organización de la Justicia con naturaleza administrativa y no judicial. El Tribunal Superior de Justicia de la Región, en el ejercicio de su función jurisdiccional, está compuesto por tres Salas: de lo Civil y Penal, de lo Contencioso-Administrativo y de lo Social.

El Tribunal Superior se compone de un Presidente, que lo es también de la Sala de lo Civil y lo Penal, dos presidentes de cada una de las otras Salas y los Magistrados correspondientes. Es necesario señalar que las Salas y Secciones son tribunales colegiados integrados por tres o más Magistrados.

Las competencias de las diferentes Salas del Tribunal Superior de Justicia están desarrolladas en la vigente Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial.

Al frente del gobierno interno del Tribunal Superior de Justicia se encuentra el Presidente. Otras competencias en el gobierno interno corresponden a la Sala de Gobierno.

En las capitales de provincia de la Comunidad: Albacete, Cuenca, Ciudad Real, Guadalajara y Toledo tienen su sede las cinco Audiencias Provinciales, que son organismos judiciales que ejercen su jurisdicción sobre la provincia respectiva. Al frente de cada una se encuentra un presidente.

Otros órganos de la Administración de Justicia son los juzgados de Primera Instancia e Instrucción y de Paz que tienen competencias tanto en el orden civil como en el penal y las ejercen en el ámbito de su Partido Judicial.

Centrándonos en la constitución del Tribunal Superior de Justicia de Castilla- La Mancha, señalamos que el Consejo General del Poder Judicial, con arreglo a lo dispuesto en la Ley Orgánica del Poder Judicial y en la Ley de Planta y Demarcación Judicial, por acuerdo de 10 de mayo de 1989, señaló el día 23 del mismo mes para que tuviera lugar la constitución del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, la toma de posesión de sus miembros y el inicio de la competencia de sus Salas de lo Civil y Penal, de lo Contencioso-Administrativo y de lo Social. También, una disposición transitoria se indica que desaparecerá la Audiencia Territorial de Albacete.

Para la organización de los actos de constitución del Tribunal, el Consejo del Poder Judicial creó una comisión a la que había que enviarle la relación de autoridades civiles y militares, representantes de instituciones y otras personas invitadas para tal acontecimiento. Además, fijó los criterios para el desarrollo del acto de constitución cuya presidencia la ostentará el Presidente del Consejo General y, por delegación suya, un vocal del mismo.

Por Real Decreto de 10 de mayo, se nombró Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha a don José Rodríguez Jiménez, magistrado, presidente de la Audiencia Territorial de Albacete.

El acto de constitución del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, del que se levantó la correspondiente acta, tuvo lugar el día 23 de mayo de 1989, a las doce horas, en la Sala de Plenos del Palacio de Justicia de Albacete, presidido por el Vocal del Consejo General del Poder Judicial, don Pablo Castellano Cardalliaguet, en representación del excelentísimo señor presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, don Antonio Hernández Gil. Estuvo acompañado del fiscal jefe de la Audiencia Territorial y del secretario de Gobierno. Posteriormente se fueron incorporando los presidentes de Sala y demás magistrados. También se encontraban, entre otras autoridades, el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha don José Bono Martínez, y el presidente de las Cortes de la Región. El diputado Juan de Dios Izquierdo Collado obsequió al Tribunal con el ejemplar nº 648 de la cuidada edición de la Constitución Española hecha por encargo de las Cortes Generales. Sobre este ejemplar de la Constitución y sobre una Biblia editada en 1888 se llevó a cabo el acto de la jura o promesa de quienes tuvieran que prestarlo.

A continuación tuvo lugar la toma de posesión de los magistrados de las diferentes salas, hecho del que se levantó el acta correspondiente. Finalizados estos juramentos, el nuevo Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, don José Rodríguez Jiménez, pronunció un emotivo discurso en el que, entre otras cosas, pidió a todos colaboración y apoyo para llevar a cabo la alta función encomendada.

Cerró el acto el Vocal del Consejo don Pablo Castellano Cardalliaguet, quien puso de relieve la solemnidad del evento «ordenador y organizativo, de desarrollo constitucional y estatutario al servicio del Estado Social y Democrático de Derecho, y sus valores inspiradores». Tras dar las gracias a todos, se levantó la sesión.

Concluido el acto de creación del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, en el vestíbulo de la planta tercera del Palacio de Justicia se sirvió un vino de honor a las autoridades y asistentes.

El mismo día, a las 14,30 horas, en el Casino Primitivo, se celebró un almuerzo, patrocinado por Consejo General del Poder Judicial, al que asistieron diversas autoridades.

Con motivo de este acontecimiento se acuñó una medalla conmemorativa en patinado de cobre, cuyo anverso recuerda la desaparecida Audiencia Territorial de Albacete y el reverso la constitución del nuevo Tribunal.

De don José a don Emilio. Cuando cesa en su cargo por jubilación don José Rodríguez Jiménez, el Pleno del Consejo General del Poder Judicial, en reunión celebrada el día 20 de noviembre de 1996, acordó nombrar a don Emilio Frías Ponce, Magistrado con destino en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, para el cargo de presidente del Tribunal Superior de Justicia de dicha Comunidad. Este ilustre jurista tomó posesión el 20 de noviembre de 1996. Su nombramiento fue favorablemente acogido en los medios de comunicación tanto locales como regionales. Entre los asistentes al acto se encontraban, entre otras autoridades, el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, don José Bono Martínez; el alcalde de Albacete, don Juan Garrido y el decano del Colegio de Abogados de Albacete, don Ramón Bello Bañón. Don José Bono, en su intervención, además de destacar las virtudes personales del nuevo presidente, señaló que don Emilio Frías era el primer albaceteño que preside un órgano judicial que tuvo su sede en Albacete desde la creación de la Audiencia Territorial. Emotivas fueron las palabras que dirigió don Ramón Bello, al nuevo presidente. Entre otras, puso de relieve su sencilla humanidad, manifestó que «quizá hoy, excelentísimo señor don Emilio Frías Ponce, más que nunca en su biografía, queden ya perennes las amistades de quienes compartimos la esperanza de este nombramiento, y la colaboración que ofertamos y ofrecemos a vuestra tarea, al tiempo que intuimos que comienzan a trazarse rectamente los caminos que sólo el porvenir, es decir, lo que está por llegar, irá marcando en las orografías del futuro».

En su discurso de toma de posesión, don Emilio Frías, entre otras cosas, expresó «el sentimiento de responsabilidad que me embarga ante la deuda que contraigo, hacerme merecedor de la confianza que se me ha concedido, deuda que quisiera ya empezar a saldar de la única forma posible en estos momentos, afirmando mi voluntad de poner mi entero afán en servir a la Justicia con absoluta y leal disposición personal». Concluido su primer mandato, don Emilio Frías Ponce fue reelegido para otro nuevo el 18 de enero de 2002. En este cargo permaneció hasta el mes de diciembre de 2004, al ser promovido a la categoría de Magistrado del Tribunal Supremo en la Sala Tercera del citado alto Tribunal.

Al segundo presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Región le sustituyó, en funciones, don Vicente Manuel Rouco Rodríguez el 30 de diciembre de 2004. El 1 de julio de 2005, fue nombrado de nuevo presidente, tomando posesión el 26 de dicho mes. Entre los asistentes al acto se encontraba el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, tío del nuevo presidente y el alcalde de Albacete, don Manuel Pérez Castell. Una vez realizado el juramento, don Vicente, en su discurso, destacó, entre otros muchos aspectos, la importancia de la función judicial, esencial para nuestra convivencia y para la paz social.

De nuevo fue reelegido como presidente el 28 de octubre de 2010. Una vez finalizado el período preceptivo se presenta a otro mandato y en el Pleno del Consejo General del Poder Judicial del 28 de enero de 2016 obtiene 18 de los 21 votos del mismo, desempeñando este cargo en la actualidad.

Bajo la presidencia de don Vicente Manuel Rouco Rodríguez, Albaceteño del Año en 2005, se ha retomado la vieja costumbre de celebrar solemnemente el inicio del Año Judicial en la Región. Tanto en sus discursos de toma de posesión como presidente del Tribunal Superior de Justicia, como en otras intervenciones, siempre ha manifestado su interés en destacar que jueces y magistrados están al servicio de la sociedad, al tiempo que constantemente reclama un aumento de la Planta Judicial en Castilla-La Mancha. Entre sus logros, que pronto serán realidad, se encuentra la Ciudad de la Justicia de Albacete.  

Fiscalía superior. Otro órgano de gobierno del Tribunal Superior de Justicia de la Región es la Fiscalía Superior a cuyo frente se encuentra el fiscal superior de la Fiscalía de Castilla-La Mancha, con anterioridad denominado fiscal jefe. El primer fiscal jefe nombrado 2 de junio de 1989 fue don Andrés López Mora, quien tomó posesión de su cargo el día 19 del mismo mes en la Sala de Plenos del Palacio de Justicia de Albacete. A este acto asistió el fiscal general del Estado, don Javier Moscoso de Prado.

Le sucedió don José Martínez Jiménez nombrado el 9 de junio de 2006. La toma de posesión tuvo lugar el 20 de junio bajo la presidencia del fiscal general del Estado, don Cándido Conde Pumpido. En el discurso pronunciado por el nuevo fiscal jefe destacó, entre otros aspectos, que «afrontaba con ilusión los retos que se presentan ante nuestra institución en todos los niveles: local, regional y nacional». Don José Martínez Jiménez de nuevo fue reelegido para otro mandato, esta vez de fiscal superior de la Fiscalía de la Comunidad de Castilla-La Mancha, por Real Decreto 951/2011 de 1 de julio de 2011. La sociedad albacetense de 1989 fue consciente de la importancia de la implantación en Albacete del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. La clase política del momento se congratuló con total unanimidad de la creación de este Tribunal y de que la ciudad de Albacete fuese su sede. El presidente de la Junta de Comunidades, don José Bono Martínez, sin duda, fue una de las personas que más luchó para que Albacete fuese sede del Tribunal, a pesar de los intentos de Toledo. Tras mostrar su satisfacción por que los ciudadanos se acerquen cada vez más a las instituciones judiciales, manifestó «sus deseos de que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha siga cumpliendo el papel que está llamado a desempeñar en una sociedad democrática como es la española, como es la castellano-manchega de hoy». El alcalde de Albacete en mayo de 1989, don José Jerez Colino, testigo directo de este acontecimiento, manifestaba al respecto su satisfacción porque Albacete fuese la sede del Tribunal cumpliéndose así el espíritu del Estatuto de Autonomía.