"Me siento muy satisfecho cuando me valoran mis paisanos"

ANA MARTÍNEZ
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El pintor y decorador albacetense Godofredo Giménez recibirá un reconocimiento por el Día de Albacete

Nos recibe en la puerta de su refugio diario. Hay una luz tenue y muchos recuerdos en la mesa. Está preparando datos biográficos para la presentación audiovisual que le hará el Ayuntamiento el próximo viernes en la conmemoración del Día de Albacete. Porque el pintor Godofredo Giménez, el mismo que nació en la casa familiar de la calle Iris y el que corrió en pantalón corto por la calle de la Cruz, ha sido reconocido por el Gobierno municipal por su trayectoria profesional y su constante implicación en la vida cultural de esta ciudad.

¿Quién le comunicó este reconocimiento por el Día de Albacete?

El alcalde. Me llamó directamente, aunque yo no imaginaba que era para esto. Ni sabía que se seguía celebrando el Día de Albacete.

¿Y para qué pensó que era?

El alcalde me puede llamar cuando quiera, somos amigos. Nos vemos en las exposiciones, a las que tiene costumbre de acudir, cosa que no hacían los anteriores. Me gusta Manuel Serrano; es valiente. Hace dos semanas me propuso formar parte del jurado que elegirá la mejor escultura de Andrés Iniesta. Creí que me llamaba para concretar y cuál fue mi sorpresa que me anunció este reconocimiento por el Día de Albacete.

¿No sabía que la ciudad lleva años celebrando ese Privilegio?

Creía que ya no se celebraba. Sé que esta conmemoración surgió cuando Manuel Pérez Castell era alcalde. De vuelta de un viaje de Madrid, su secretario particular, el historiador Antonio Caulín, levantó la liebre. Fue el que le dijo que la firma del Privilegio de Villazgo se había realizado en Garcimuñoz. El primer año que se celebró allí fui invitado y acudí porque el reconocimiento se lo dieron a José Antonio Lozano de mis entretelas, y de ninguna manera podía faltar.

¿Cómo se encaja un reconocimiento de estas características?

Como un acontecimiento sorprendente, al menos en mi caso, pero le voy a decir una cosa con sinceridad: noto la aceptación de mis amigos y vecinos a diario. No quiere decir que lo del día 9 no tenga valor para mí, lo tiene y mucho, pero me siento muy satisfecho cuando son mis paisanos los que me valoran cada día. 

¿Uno llega a pensar si es merecedor de un homenaje así?

Se piensa. Este tipo de agradecimientos tienen que ocurrir. Que se reconozca a los vecinos que hacen algo por la ciudad es algo lógico. Lo único que pasa es que prefiero que no sea a mí, porque es incómodo.

 

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