Los ayuntamientos aumentan su presión fiscal para sanear sus arcas

MAITE MARTÍNEZ BLANCO
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Un total de 57 ayuntamientos de la provincia aumentaron el dinero que les llegó a sus arcas a través de impuestos directos, indirectos y tasas el año pasado

Edificios de Albacete; el IBI es el tributo por el que más se recauda. - Foto: Rebeca Serna

La presión fiscal en buena parte de los municipios de Albacete ha crecido en los últimos años. Subir impuestos y tasas es uno de los recursos a los que están recurriendo los ayuntamientos para sanear sus cuentas, castigadas por la caída de otros ingresos.

En 57 pueblos de la provincia los ingresos que recibieron correspondientes a tributos aumentaron en 2012, con respecto a dos años atrás, según datos del Ministerio de Economía y Hacienda sobre la liquidación de presupuestos de los ayuntamientos albaceteños.

Las cifras son claras. El año pasado entre los 87 ayuntamientos de la provincia ingresaron a través de impuestos directos 123,9 millones de euros, un 15% más que hace solo dos años, en 2010, cuando la recaudación se quedó en 107,2 millones.

En este capítulo figuran ingresos como el porcentaje que el Estado transfiere del Impuesto sobre la Renta que pagan sus vecinos, pero la mayor parte de la recaudación en este apartado les llega por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto de Vehículos, la plusvalía que se paga en la compraventa o herencia de solares y casas y el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE).

El IBI, la temida contribución urbana, es uno de los que más ingresos les reportan y sobre el que tienen competencias los ayuntamientos. Que suba o que baje el IBI depende de la actualización de los valores catastrales y del porcentaje que se cobre sobre dichos valores, porcentaje éste último que sí que está en manos de los concejales.

En el año 2010, entre los 87 pueblos de la provincia recaudaron 68 millones de euros por el recibo de la contribución que los vecinos pagan por sus casas y pisos, locales comerciales, fincas rústicas, y también por aquellos bienes que se consideran especiales, como pantanos o centrales eléctricas. Al año siguiente, la recaudación fue de 69,1 millones.

 

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