Súper Atlético

SPC
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El conjunto rojiblanco cierra sus heridas y pasa por encima al Real Madrid en la prórroga

Rescatado por un gol de Diego Costa en el minuto 78, resolutivo en la prórroga con dos tantos y oportuno en cada error defensivo del Real Madrid, el Atlético se ‘vengó’, cerró sus heridas de las dos Champions perdidas en 2014 y 2016 y conquistó ayer su tercera Supercopa de Europa (2-4), mejor en los detalles que un rival vulnerable, que tuvo el título en su mano. Desde que marcó el 2-1 de penalti Sergio Ramos a media hora del minuto 90 y desde que se apropió del encuentro sin aparente respuesta rojiblanca, tan convencido quizá de su victoria que Marcelo se permitió un lujo innecesario, del que renació el conjunto colchonero agarrado al hispanobrasileño, a un gol directo al tiempo extra.

Su partido fue sensacional, por sus tantos, su entrega, su despliegue, porque sin él, probablemente, el éxito habría sido imposible, como sin el golazo de volea de Saúl en la primera parte de la prórroga, que desequilibró ya invariablemente un encuentro que sentenció instantes después Koke, con la frustración del bloque blanco, derrotado en una final 18 años después.

Ni siquiera el verano ni una pretemporada tan condicionada aligeran ni la dimensión ni la emoción ni las vibraciones ni la pasión ni la tensión del derbi más grande de Europa, menos aún en estos tiempos. Son dos equipos para luchar por todo, para disputar cada título, para reinar en Europa... Y no admiten ninguna excusa.