La Feria confirmó el buen momento de los diestros locales

P. Belmonte
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El abono careció de falta de rotundidad y el ciclo taurino albacetense puede calificarse como de medias tintas, con una correcta uniformidad en la presentación de las corridas

Terminó la Feria de Albacete 2018, que no pasará a la historia por ser una de las mejores de los últimos años. Bien es cierto, que, en un abono con 10 tardes, siempre podremos sacar cosas importantes, que las ha habido, pero quizá le ha faltado rotundidad, alguna tarde en que los aficionados hayan salido de la plaza toreando, o una uniformidad en la presentación de las corridas, que ha sido correcta, con algunas excepciones, pero solo queda en correcta, con pocos toros aplaudidos de salida, si excluimos la corrida de La Quinta y algún toro suelto más. En cuanto al juego del ganado, tampoco ha habido corridas en las que, a excepción de La Quinta y Daniel Ruiz, se haya visto algo más que toros sueltos, con un nivel de juego medio bajo en la mayoría de las tardes.

Una vez más, los diestros albacetenses han estado a un buen nivel, con un Rubén Pinar, en gran momento, que ha sido proclamado Triunfador de la Feria por tercer año consecutivo, Diego Carretero abrió también la puerta grande de la plaza, Sergio Serrano se quedó muy cerca de hacerlo con la corrida de Miura, cortándole una oreja, Andrés Palacios, que sustituyó a Jiménez Fortes, realizó dos faenas importantes, que no refrendó con la espada y el rejoneador Juan Manuel Munera, tuvo una actuación destacada en el único toro que mató, al suspenderse por la lluvia, cortando una oreja.

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