Una muerte "trágica y temprana"

JOSECHU GUILLAMÓN
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Familiares y amigos acudieron al Cementerio para dar su último adiós a la mujer asesinada el lunes en la calle Blasco Ibáñez de la capital

Cerca de 200 personas, entre familiares, amigos y compañeros de trabajo de la fallecida, acudieron ayer a la Sala de Duelos del Cementerio Municipal de Albacete, para darle su último adiós y mostrar su apoyo a los padres y a la hermana de la mujer.La misa resultó sobria y en la misma el sacerdote trató de confortar a la familia con una llamada a la esperanza, ya que «la vida no se acaba con la muerte» y «todos vamos caminando hacia la vida en el Reino de los Cielos».El cura sólo hizo una referencia al crimen, al hablar de una «muerte trágica y temprana».La parte más emotiva de la ceremonia llegó al final de la Eucaristía, cuando salió a leer unas palabras una amiga de la fallecida, compañera de su grupo de manchegas, Las Azafraneras. La mujer destacó las virtudes de la fallecida, de quien dijo que era «una gran persona», por su «bondad» y por «su alegría», ya que siempre tenía una sonrisa en su boca.