La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil controló durante la semana pasada a 2.278 vehículos en vías interurbanas, a cuyos conductores sometió a pruebas de alcoholemia y también en algunos casos de drogas, dentro de la primera de las tres campañas anuales que la DGT programa para vigilar que la tasa de alcohol al volante no supera los límites permitidos debido a las consecuencias negativas que ello implica en la conducción.En concreto, los agentes hicieron 1.953 pruebas de alcoholemia a conductores dentro de la campaña, otras 304 con motivo de una infracción y 21 por accidente. Como consecuencia de ello, en el primer caso en las pruebas de verificación de alcoholemia, según los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico, siete fueron positivas con resultado de denuncia, mientras que otros 21 conductores presentaba una tasa de alcohol por debajo del límite permitido;tanto por infracción como por accidente, otros dos conductores dieron positivo y fueron sancionados.