Ataque frustrado en La Defense

Agencias
-

El 'cerebro' del 13-N y el terrorista que murió junto a él en el asalto de Saint-Denis tenían ya preparados sus chalecos explosivos para atentar contra el corazón financiero de París

 
 
El asalto que hace ayer una semana tuvo lugar en el barrio parisino de Saint-Denis fue todo un éxito. La operación policial, en la que se emplearon más de 5.000 balas y que se prolongó durante siete horas, se cobró la vida del presunto autor intelectual de los atentados del pasado 13 de noviembre y de otros dos potenciales terroristas que podrían haber atacado nuevamente. Ésa era la conclusión inicial cuando se conoció que en el dispositivo había muerto Abdelhamid Abaaoud, hasta entonces el yihadista más buscado de Europa. Sin embargo, los datos que se van conociendo con el paso de los días hacen todavía más importante la actuación de los agentes en la vivienda de Saint-Denis, ya que, según detallaron ayer fuentes de la investigación, la amenaza yihadista hubiera vuelto a convertirse en un hecho en caso de que se hubiera esperado más tiempo para llevar a cabo el operativo de las Fuerzas del Orden. 
Así, según se pudo saber, Abaaoud y su cómplice, todavía no identificado, tenían previsto hacer estallar sus chalecos de explosivos en dos objetivos diferentes de La Defense, considerado el centro financiero más importante de Europa, incluso por delante de la City londinense.
El mismo día en que se conoció la muerte del ideólogo del 13-N, el fiscal de París, Fraçois Molins, confirmó que éste pensaba atentar en ese concurrido distrito de la capital, si bien las informaciones que están saliendo a la luz son más precisas.
En concreto, el joven belga pretendía hacerse explotar en el centro comercial Quatre-Temps, situado en el barrio de oficinas, mientras que su compañero -el único terrorista de los tres fallecidos en Saint-Denis cuya identidad aún no se ha conocido- haría lo propio en la comisaría que se encuentra en el mismo barrio.
Su intención era hacerlo el mismo día de su muerte o el jueves 19, tal y como apuntaron los investigadores, por lo que la actuación policial llegó justo en el momento adecuado.
De hecho, sus planes estaban cuadrados al milímetro. Para poder pasar desapercibidos en La Defense, ambos hombres tenían previsto vestir trajes. La compra de dicha indumentaria fue labor de Hasna Aitboulahcen, prima de Abaaoud y quien también falleció en el apartamento de Saint-Denis. Los forenses que inspeccionaron el piso tras el asalto encontraron dos americanas y otras tantas fundas entre los escombros de la vivienda.
Pero el papel de la joven no se quedó ahí. También trabajaba para conseguirles identidades falsas, por lo que se sospecha que el ataque hubiera tenido lugar, finalmente, el 19 de noviembre, ya que éste parecía el único punto que no había sido cerrado.
Los atentados contra La Defense hubieran supuesto un nuevo mazazo, ya que este distrito acoge la sede de más de 3.000 empresas y recibe diariamente a 180.000 trabajadores. En cuanto al centro comercial, es visitado por 45,8 millones de personas al año.
 
Coordinación ‘in situ’. Además, los investigadores también estudian el papel que pudo tomar Abaaoud en la masacre del 13 de noviembre y mantienen que, además de haber ideado la cadena de ataques, participó en uno de los tres atentados que provocaron 130 muertos. 
El yihadista, que se había hecho conocer como un cargo importante del Estado Islámico, estaba en contacto con los suicidas del Estado de Francia, formó parte del llamado comando de las terrazas y estuvo en los aledaños de Bataclan mientras tres de sus cómplices mantenían a decenas de rehenes en su interior antes de hacer estallar sus cinturones de explosivos.
Según apuntaron las autoridades, el ideólogo, que fue visto en el metro media hora más tarde de que comenzase el asalto de la sala de fiestas, volvió al lugar de los hechos, haciéndose pasar por un ciudadano más que contempló uno de los golpes más duros del terrorismo en Europa.