El aniversario de la Coronación Canónica de la imagen de la Virgen de los Llanos se conmemoró, como es habitual, con la apertura pública de su Camarín, en la Catedral de San Juan Bautista de Albacete, un acto esperado por los fieles; una cita muy querida con la devoción a la Patrona. Así, en este 60 aniversario, pese al puente, miles de personas acudieron y pasaron junto a la Imagen con devoción y respeto, para venerar asimismo las primitivas Imágenes de la Virgen de los Llanos y el Niño Jesús.

La continua llegada de albacetenses a la Catedral, con orden para la subida al Camarín es una de las características más destacadas de este encuentro, con  una perfecta atención y apoyo de la Real Asociación de la Virgen de los Llanos, pendientes en todo momento. Además, la fecha del 27 de mayo es muy especial y éste en concreto se cumplían 60 años de la Coronación Canónica, porque en 1956, ante una gran multitud congregada en el Parque Abelardo Sánchez, la Virgen de los Llanos era coronada por el Nuncio de Su Santidad, monseñor Antoniutti y tan gran acontecimiento se festejó con distintos actos.

 Este año, la Real Asociación de la Virgen de los Llanos, comentaba su presidente, Antonio Fernández, puso en marcha una iniciativa singular para hacer al menos un recuento aproximado de los fieles que acuden a visitar a la Virgen. Así, repartió a cada visitante una estampa con la Imagen de la Patrona, para tener un cálculo aproximado de ese río de gente que acudió a la Catedral para subir al Camarín.

La camarera mayor, Llanos de la Torre, decía que ya se puede ver, «como siempre, una jornada preciosa, con un gran amor a la Virgen y un río de gente y con o sin puente, el cariño no se mide».

Aunque ésta sea una cita anual, la camarera mayor advertía que «siempre es diferente, único se abre una vez al año y podemos ver las imágenes que encontró el labrador en la finca de los Llanos».

 Tal y como se cuenta en un acta firmada por el notario Narciso García el día 12 de agosto de 1939, al comenzar la restauración de la Imagen de la Virgen que había sido maltratada durante la persecución religiosa, encontraron una concavidad dentro del busto de la talla de la Virgen, y allí «aparecieron la cabeza de una imagen de unos siete centímetros, tallada y moldeada con encarnación bien conservada, al parecer de una Virgen, y otra cabeza más pequeña, posiblemente del Niño Jesús, de factura idéntica, aunque algo más toscamente modelada».

 Al dorso, fuertemente adherido, un papel con la siguiente inscripción: «Ésta es la cabeza de la Virgen de los Llanos, que fue el principio de la devoción de esta casa suya, y por ser de materia tan flaca, se hizo este cuerpo y esta cabeza de madera. Año de mil seiscientos treinta y uno».