La Junta identifica las zonas más sensibles al fuego en las sierras de Albacete

E.F.
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Yeste es el municipio con la mayor frecuencia de siniestros, Socovos es el que tiene el mayor riesgo potencial y Riópar es el más vulnerable

De entre todos los municipios que forman parte de las sierras de Alcaraz y el Segura, el que sufre incendios forestales con más frecuencia es el de Yeste; el que tiene un mayor riesgo potencial de padecer un siniestro en sus montes es el de Socovos y el que se considera más vulnerable al impacto del fuego es Riópar.

Así se afirma en el Plan Comarcal de Defensa contra Incendios Forestales de la de la Sierra de Alcaraz y Segura, cuya exposición pública comenzó ayer, en virtud de una resolución de la Dirección General de Política Forestal y Espacios Naturales de la Junta de Comunidades, y a cuyo contenido detallado ha tenido acceso La Tribuna de Albacete.

El área sometida a este plan no coincide, estrictamente, con el ámbito geográfico de ambas sierras, que suman 30 ayuntamientos -12 del Segura y 28 de Alcaraz- sino que coincide con un área en la que se han tenido en cuenta las características de sus masas forestales, la frecuencia de los incendios o los posibles riesgos.

En total, se someten a este Plan 17 ayuntamientos de la provincia, incluyendo Hellín, que es uno de los más importantes de Albacete y que, en sentido estricto, no forma parte de las sierras, sino de sus primeras estribaciones. Suman, entre todos, casi 27.00 habitantes, siendo Hellín y Yeste los municipios con más población.

La superficie de monte que suman entre todos es de más de 180.000 hectáreas, de las que el 51% son montes privados y el 49% restante son montes de titularidad pública.

Los datos recogidos en el Plan señalan que, por número de incendios y conatos, los peores años fueron 2003, 2004 y 2005, con 44, 45 y 71 incendios, respectivamente. Por superficies, los dos peores años fueron el 2000, con 1.600 hectáreas afectadas y, sobre todo, el 2012, cuando se produjo el gran incendio de la Sierra de los Donceles, en Hellín, que se llevó por delante casi 6.000 hectáreas de monte.

Estos datos se desglosan a través de un cuidados análisis cualitativo. La primera parte de ese análisis se dedica a determinar qué municipio ha tenido un mayor número de siniestros a lo largo de los últimos 10 años; en este caso, se trata del término de Yeste.

La segunda parte estudia qué municipios tienen un mayor riesgo potencial de incendio, de acuerdo al análisis de varias variables -número de rayos, usos del suelo o presencia de actividades humanas que supongan un riesgo- y, en este caso, se tata de una zona entre Férez y Socovos,   en la que coinciden actividades de tipo agraria con «varios vertederos que originan cuantiosos incendios» además de registrar un notable tránsito humano.

La tercera parte del análisis cualitativo se dedica al estudio de la vulnerabilidad al fuego, esto es, el daño que podría llegar a causar un siniestro, tanto de tipo ecológico como económico, en un área concreta. Y ahí destaca una zona por encima del resto que es la de «los pinares de Riópar, Villaverde de Guadalimar, Cotillas y parte de Yeste», que coinciden, además, con  territorios pertenecientes al Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima.

Con estos datos, lo que se elabora es un plan en el que se establecen unas «prioridades de defensa», que sirven para ordenar, sobre el terreno, los recursos humanos y materiales, tanto terrestres como aéreos, para lucha contra el fuego.