Saltan las alarmas

SPC
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El Barcelona suma su tercer tropiezo consecutivo al firmar tablas frente al Athletic (1-1) en un duelo en el que los culés dieron una pobre imagen y necesitaron a Messi para empatar

El Barcelona volvió a tropezar ayer, tras hacerlo ante el Girona y el Leganés, al lograr solo un empate ante el Athletic en el Camp Nou, en un duelo en el que los azulgranas únicamente reaccionaron con las entradas de un Leo Messi y un Sergio Busquets que comenzaron el duelo en el banquillo.

 Después del batacazo sufrido en Butarque, el objetivo claro del cuadro culé era romper la mala racha de dos jornadas sin ganar. Sin embargo, Valverde sorprendió con un once sin Messi y Busquets, pensando quizás en el duelo del próximo miércoles en casa del Tottenham. 

Lo cierto es que el combinado azulgrana fraguó un buen inicio, en el que a punto estuvo de adelantarse en un disparo de Luis Suárez que se marchó tocando el exterior de la red. A partir de ese momento, el equipo local se desdibujó y los de Berizzo empezaron a llegar con más profundidad. De hecho, Iñaki Williams protagonizó los mejores momentos de los ‘leones’, primero con una vaselina desde la frontal que se fue fuera por poco y, cinco minutos después, en una acción en la que, tras recibir de Raúl García, regateó a Ter Stegen, pero, cuando se quedaba solo, el balón se le fue largo y Arturo Vidal apareció para taponar su disparo. 

Unai Simón salió al paso para detener dos ocasiones clarísimas de Luis Suárez antes del minuto 40, cuando cambió el sino del partido. Susaeta recuperó un balón en tres cuartos de campo y, tras llegar a la frontal, centró para Óscar de Marcos, que apareció en el segundo palo y remató cruzado al fondo de las mallas. Piqué, una vez más, volvió a quedar ‘retratado’ al quedarse ‘colgado’ en la jugada, rompiendo así el fuera de juego.

No tardó Valverde en mandar calentar a los grandes ausentes, Busquets y Messi, que saltaron al terreno de juego antes del primer cuarto de hora de la segunda mitad. Solo entonces el Barça empezó a carburar. 

Coutinho se encontró con el larguero al rematar de media tijera un buen centro de Dembélé. Diez minutos más tarde, Messi estuvo a punto de sorprender en una falta directa que De Marcos sacó en la línea de gol. El argentino corroboró la maldición de los palos en un remate al poste en el 78. La tragedia sobrevolaba el Camp Nou hasta que Munir, recién salido del banquillo, aprovechó un pase del ‘10’ para empatar. Un resultado que eja mala sensaciones para el Barça, que sufre mucho en las transiciones, que no controla el juego y que, sin Messi, no tiene opciones.