Una fuerte sequía en primavera, una acumulación de excedentes de vino antes de la vendimia y hasta el veto de Putin a las frutas y hortalizas. El campo no ha pasado un 2014 fácil, aunque los agricultores y ganaderos están más que hechos a las dificultades. Desde la organización agraria Asaja hicieron ayer un balance del año que acaba en el que la renta agraria bajó un 7,1%. Pero también pusieron sus miras en 2015, un año clave para la aplicación de las nuevas reglas de la Política Agrícola Común de la Unión Europea y para activar las medidas de Desarrollo Rural, que también cofinancia Bruselas.
Precisamente el Programa de Desarrollo Rural para Castilla-La Mancha está probando la paciencia de los representantes de Asaja en la región. «Estamos mordiéndonos la lengua», reconoció ayer el secretario general de la organización, José María Fresneda. Se quejó de que en estos momentos no conocen la situación de este paquete de medidas que tendrán un presupuesto de 1.147 millones hasta 2020. «No sé dónde está, ni cómo está, ni quién lo ha hecho», protestó.
Fresneda explicó que el Programa de Desarrollo Rural para Castilla-La Mancha se presentó en Bruselas y que desde Bruselas lo devolvieron con 300 alegaciones (el presidente de Asaja, Fernando Villena, comentó muy gráficamente que Bruselas «lo mandó a los corrales»). Fresneda reconoció que le queda «el compromiso de la presidenta del Gobierno de que todo va a ir encaminado a medidas que apoyen al sector productor, a los agricultores».
El presidente de Asaja, Fernando Villena, añadió que las medidas de Desarrollo Rural son claves en algunas zonas donde la producción es más baja para compensar así la renta de los agricultores. Hasta ahora reconoció que solo les han convocado a una reunión en la que no se concretó demasiado. «Se presentó un libreto», expuso, «recogía todas las cosas que podía hacer el Desarrollo Rural, pero no todas se pueden poner en práctica, hace falta más dinero del que se va a poner».
Por eso Villena exigió ayer concreciones a la Junta, en cuanto a las medidas que se van a aplicar y el presupuesto concreto del que se va a disponer en Castilla-La Mancha.
A diferencia del Desarrollo Rural, más concreciones hay sobre la puesta en marcha de la nueva PACen la región, que empezará a aplicarse en 2015 con las nuevas reglas, después de que se dejara un año de transición. Otra de las novedades para el año que viene aterriza de la mano de la Ley de la Cadena Alimentaria, una normativa en la que Asaja tiene puestas muchas esperanzas. «Por primera vez tenemos una política de mercado, de cómo las empresas tienen que pagar a los que suministramos los productos», señaló Villena, que reconoció que todavía no funciona como debiera. «Vamos a exigir que se cumpla desde la letra A a la letra Z», apostilló Fresneda, «ya va siendo ahora de que el agricultor sepa lo que vende y a cuánto lo vende».
Otras de las cuestiones pendientes para 2015 es la reforma del código penal para castigar la reincidencia en los robos en el campo, algo que espera que se apruebe en el primer trimestre. También demandan que de una vez por todas se pueda contar con un «contrato específico de suministro eléctrico en materia de riego» para reducir los costes de producción.