Asesinos, nazis y narcos 'toman' Barrax

Maite Martínez Blanco
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Varios equipos de rodaje aceptaron el reto de BarraXpress, grabar y montar un cortometraje en menos de 48 horas. Los trabajos finales se proyectarán hoy en la gala de clausura del Festival de Cine Paradiso

Rodaje de ‘El corcel inestable’ en el cerro de Santa Quiteria, a las afueras de Barra. - Foto: Esparcia

El reto es rodar y montar en menos de 48 horas un cortometraje de cinco minutos de duración. El requisito, que todas las localizaciones estén en Barrax. Eso eso BarraXpress, una de las señas de identidad del Festival Internacional de Cine Paradiso, cuya décima edición finaliza hoy con la gala de entrega de premios y la proyección de los siete cortometrajes que se empezaron a rodar ayer en esta localidad.

Siete equipos se aventuraron a grabar contra el reloj y sin importarles la canícula que a media mañana caía sobre Barrax, con sus calles, parques y casas convertidas en inesperado plató de cine. Crímenes absurdos, reflexiones sobre la muerte, pensamientos acerca del talento, aventuras de narcotraficantes, el encuentro de un chico y una chica en un bar y hasta un drama nazi. Todo cabe en Barrax.

El pistoletazo de salida se dio ayer a las 10 de la mañana, los trabajos tienen que estar listos para su proyección hoy en la gala de clausura de Paradiso Cine, que será a las 22.00 horas. Entre los participantes hay gente más profesional y otros jóvenes amateurs, todos decididos a pasar un buen rato con el cine.

Son poco más de las 11 de la mañana del último sábado de julio. En la plaza Alcalde Domingo Castillejo, encontramos a Miguel Ángel Aparicio y Álvaro Jesús, alumnos de la Escuela de Arte que junto a otros cuatro compañeros han ideado un corto donde reflexionan sobre el talento. Una hora más tarde ya han encontrado la localización idónea, una calle en las afueras donde empiezan a rodar sorteando los inconvenientes como impedir que un coche se meta de repente en el plano. Éste es su primer cortometraje como tal, aunque algunos ya han hecho sus pinitos con la cámara.  

A esa misma hora, en una casa de la calle San Roque se están preparando ya para el rodaje de una historia de narcotraficantes con final sorpresa. El equipo está formado por nueve personas, unos de Barrax, otros de fuera; aguardan al operador de cámara que está llegando de Palencia para empezar. «Será nuestro primer corto, la idea surgió un fin de semana, celebrando un cumpleaños, entre todos inventamos la historia y nos hemos decidido a rodarla», relataba María Antonia Iniesta, una de las protagonista de Oro Blanco, título elegido para esta aventura de traficantes de droga protagonizada por mujeres.

Sin miedo al implacable sol, en mitad de un campo recién segado y protegidos únicamente por una sombrilla, encontramos a mediodía a las cuatro personas que harán realidad El corcel inestable. Sus cinco minutos narrarán un asesinato y su posterior investigación, pero recurriendo al humor absurdo y los juegos de palabra. El guión es cosa de Esteban Villar, estudiante también de la Escuela de Arte de Albacete. Éste no es su primer corto, pero al fin ha dado el paso de rodar una historia y presentarla a un concurso. «Barrax es un buen sitio para cometer un asesinado», dicen con humor al despedirse.

Otras cuatro personas, a la misma hora, empiezan a rodar la reflexión de una joven acerca de su propia muerte. Están a los pies del molino de Barrax, el director es José Ángel Gómiz, un joven valenciano que ha estudiado en la Escuela de Cine. Ha aparcado su trabajo en una productora, donde junto a otros compañeros están realizando una web serie, para venir a Barrax a rodar esta historia protagonizada por Sonia, una vecina de Barrax. «Me gusta Paradiso, de hecho me plantee presentar alguno de mis cortos al concurso nacional que convocan, pero tiene un nivel de calidad muy alto al que mis trabajos todavía no llegan, aunque con el tiempo estoy seguro que llegaré», dice confiado. Tiempo al tiempo.