Tras no haber obtenido éxito con anterioridad, el Ayuntamiento ha sacado nuevamente a licitación el pliego de condiciones que regirá el arrendamiento de la plaza de toros, oferta que estará en vigor hasta el próximo jueves, según informó el concejal de Asuntos Taurinos, Amador casado.
Aunque el edil tiene asumido que no espera encontrar un alto número de candidatos interesados, no pierde las esperanzas de que ahora se presente alguna opción, añadiendo que, por lo menos pueden haber dos entidades taurinas que estudian la posibilidad de venir a a Hellín.
Casado reconoce que el mayor problema radica en el hecho de que el Ayuntamiento no pueda ayudar económicamente a las empresas, pero añade que ante la situación actual no es posible contemplar ninguna aportación. A pesar de ello recordaba que existen otros modos de colaborar.
En el sentido anterior se ha suprimido del pliego de condiciones la obligatoriedad de celebrar dos corridas anuales, una en Semana Santa y la otra de cara a la Feria, dando opción a que el primero de los festejos aludidos pueda sustituirse por otro de menor categoría.
En el caso de que finalmente existiera alguna oferta válida de arrendamiento, el concejal expone que no habría problemas para proceder a la organización del festejo taurino de la próxima Feria, ya que las intenciones serían llevar a cabo la adjudicación dentro del presente mes, aspecto que realizaría cuanto antes la mesa de contratación, especialmente si, como se presume, las ofertas no serán muy numerosas. Ello supondría contar con dos meses para programar la corrida ferial, tiempo suficiente, especialmente si se trata de una entidad que gestione otras plazas.
A pesar de los planteamientos indicados, Amador Casado añadió que existe un «Plan B», para el caso de que finalmente el nuevo pliego también quedase desierto.
Si esto ocurre, el festejo de la Feria se organizaría buscando un empresario que estuviese interesado en asumir la celebración del mismo, sin otros compromisos posteriores. Esta solución ya se puso en práctica el año 2011, cuando tras las elecciones, el Partido Popular se hizo cargo de gestionar el nuevo Consistorio.