En solo 10 años la prevalencia de la obesidad en la provincia de Albacete se ha incrementado un casi un 8%, pasando del 27,2%al 35,2%. Así, se desprende del estudio sobre «Evolución de la obesidad en una muestra de origen poblacional española. Valor pronóstico en la mortalidad», que formó parte de la tesis doctoral de la doctora Isabel Ponce, miembro del grupo de investigación de enfermedades vasculares de la provincia de Albacete (GEVA) y especialista en Medicina de Familia y Comunitaria del centro de salud de Alcadozo, que acaba de publicarse en la revista de ámbito internacional PLOSone.

Se trata del primer estudio poblacional de estas características que se realiza sobre la obesidad, con una metodología muy purista e innovadora, con mediciones directas, donde durante 10 años y medio se ha venido estudiando a una población de 1.322 pacientes mayores de 18 años, y donde el paciente de mayor edad tenía 91 años.  El primer examen de esta población se llevó  a cabo entre los años 1992 y 1994, mientras que el segundo se desarrolló entre 2004 y 2006. Ahora precisamente este año se están recogiendo los datos del tercer cohorte prospectivo, cuyos datos estarán analizados a finales de año y en 2016 se expondrán los resultados.

Será por tanto el estudio más largo y completo sobre obesidad que se realiza a nivel nacional, y que servirá, como apuntó su autora, Isabel Ponce, para elaborar un protocolo de actuación con medidas preventivas en el ámbito de la Atención Primaria.

<b>MORTALIDAD.</b> Otro de los aspectos objeto de estudio en este trabajo fue valorar el pronóstico de la obesidad en la mortalidad de esa misma población objeto de análisis. La conclusión que se obtuvo a este respecto es que en las personas con un grado de obesidad dos, tres y cuatro se aprecia una mortalidad un 94% superior a los no obesos, mientras que si se combina la morbilidad cardiovascular y la mortalidad por todas las causas, la tasa de mortalidad de los obesos es un 85% a la población que no presenta esta problemática.

La doctora Ponce explicó que a todos los participantes de este estudio se les realizó una encuesta, una exploración física con medición de la tensión arterial, peso y talla, y como pruebas complementarias se les practicó un electrocardiograma y una analítica.

Asimismo, en el trabajo se analizó la edad, el sexo, los antecedentes personales y familiares de cardiopatía isquémica, el peso, la talla, el IMC (Índice de Masa Corporal), presión arterial sistólica y diastólica, glucosa, colesterol total, colesterol de las HDL y triglicéridos. Además, se definió y registró la presencia de hipertensión arterial, diabetes mellitus, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia y obesidad. No obstante, los eventos solo se recogieron en una sola ocasión a lo largo del estudio, es decir, tanto los infartos agudos de miocardio, como los ictus u otras en enfermedades arteriales isquémicas, la mortalidad por enfermedad cardiovascular y la mortalidad por otras causas.

Otra conclusión de este trabajo de la doctora Isabel Ponce es que la prevalencia de la obesidad en mujeres mayores de 45 años es mayor que en varones de esa edad.

La alta prevalencia de la obesidad, las enfermedades asociadas, el empeoramiento de la calidad de vida, la disminución de la esperanza de vida y el aumento del gasto sanitario, son algunas de las novedades que aporta esta tesis, cuyos resultados deberían hacer ahora reflexionar, en opinión de la doctora Ponce, a los gestores políticos y a los profesionales a la hora de implantar cambios conductuales en la población.